Caso práctico: Retirada de baterías de iones de litio en un panorama normativo cambiante

Las baterías de iones de litio se han vuelto indispensables para impulsar la movilidad moderna, desde los patinetes eléctricos hasta la electrónica de consumo de alto rendimiento. Sin embargo, sus ventajas conllevan riesgos, sobre todo cuando aparecen defectos. Las retiradas de productos relacionados con baterías de iones de litio nunca son rutinarias, sino que requieren una atención meticulosa, experiencia normativa y agilidad para adaptarse rápidamente a situaciones cambiantes.

Cuando se produce una retirada, las empresas deben actuar con decisión, no sólo para proteger a los consumidores y cumplir la normativa, sino para preservar la reputación de la marca. Y cuando el propio entorno de la retirada cambia a mitad de camino, la capacidad de adaptación se convierte en el factor determinante entre la resistencia de la reputación y el daño duradero.

Desafío

Un fabricante europeo de scooters eléctricos inició la retirada de más de 2.500 unidades en cuatro países tras detectar riesgos de incendio relacionados con las baterías de iones de litio que alimentan sus vehículos. La situación se convirtió rápidamente en una crisis de alta presión con tres complicaciones añadidas.

En primer lugar, la retirada llegó al público antes de que el fabricante hubiera completado su plan operativo, lo que generó alarma entre los consumidores y un intenso escrutinio mediático. Los continuos incidentes mientras los clientes esperaban la guía de recogida amplificaron la preocupación pública y crearon una necesidad urgente de comunicación autorizada.

En segundo lugar, los cambios normativos introducidos en un país a mediados de la crisis redujeron drásticamente los volúmenes de transporte de residuos peligrosos permitidos por el régimen nacional de autorización de residuos de pilas y acumuladores. El plan de destrucción centralizada se hizo inviable, lo que obligó a rediseñar de inmediato la logística de recogida, transporte y eliminación.

En tercer lugar, varios socios de la cadena de suministro se retiraron de las funciones previamente acordadas debido al riesgo percibido y a la incertidumbre normativa, lo que fracturó la capacidad logística y amenazó los plazos de cumplimiento. El efecto combinado puso en peligro las retiradas seguras, la situación reglamentaria y la credibilidad de la marca del fabricante.

Solución

Sedgwick Brand Protection recibió el encargo de diseñar un nuevo marco de retirada de productos adaptado al cambiante panorama. Nuestro enfoque combinaba agilidad normativa, resistencia operativa y tranquilidad para las partes interesadas:

• Compromiso y tranquilidad inmediatos del consumidor: Se desplegó rápidamente un centro de contacto multilingüe especializado para clasificar los informes entrantes, ofrecer instrucciones de seguridad claras y coordinar los calendarios de recogida. La divulgación proactiva redujo la ansiedad de los consumidores, limitó el número de incidentes y reforzó la responsabilidad del fabricante.
• Estrategia normativa y rediseño rápido: Nuestros especialistas en regulación interpretaron las limitaciones revisadas de las licencias de residuos y rediseñaron el programa para cumplir los nuevos límites de transporte. Identificamos y validamos instalaciones de destrucción alternativas en todas las jurisdicciones afectadas y segmentamos los flujos de recogida para ajustarlos a los umbrales de autorización locales.
• Logística resistente y reactivación de socios: Reconstruimos una red de logística distribuida mediante la incorporación de transportistas externos y socios de eliminación autorizados, la negociación de condiciones de contingencia y la codificación de la cadena de custodia y los controles de auditoría para preservar el cumplimiento y la trazabilidad.
• Transparencia operativa y alineación de las partes interesadas: Implantamos informes centralizados y ritmos de coordinación diarios que mantuvieron informados y alineados a reguladores, minoristas y proveedores restantes, permitiendo aprobaciones más rápidas y restableciendo la confianza de los socios.

Resultados

Aunque el plazo original de seis meses para la retirada se prolongó por presiones normativas y logísticas, el decisivo rediseño del programa evitó la erosión de la reputación y garantizó la seguridad de los consumidores.

• Incidentes contenidos y riesgo mitigado: Los incendios en curso cesaron a medida que se identificaban, aislaban y retiraban las baterías en riesgo mediante carriles de recogida prioritarios.
• Restablecimiento del cumplimiento de la normativa: Las vías de destrucción revisadas y los planes de transporte distribuidos cumplieron los cambiantes requisitos de autorización y generaron una pista de auditoría transparente.
• Reconstrucción de la capacidad de recuperación de la cadena de suministro: Los socios contratados de nuevo y los recién contratados ejecutaron una recogida y eliminación segmentadas con controles documentados de la cadena de custodia.
• Mayor preparación ante incidentes: El fabricante disponía de un manual de actuación reforzado para la retirada de productos y una lista de proveedores validada, lo que preparaba a la organización para responder con rapidez y confianza en caso de que se produjera un incidente relacionado con las baterías.

Principales conclusiones

• La agilidad normativa es esencial: Las retiradas de baterías de iones de litio pueden verse perturbadas por cambios normativos a mitad de camino. Las empresas deben estar preparadas para cambiar rápidamente y mantener el cumplimiento en condiciones cambiantes.
• La confianza en la cadena de suministro es importante: La comunicación transparente y las estrategias de mitigación de riesgos son fundamentales para mantener el compromiso de los socios durante las retiradas de productos de alto riesgo. 
• Diseñar estrategias de eliminación distribuidas: Depender de una única vía de destrucción crea un riesgo sistémico; las opciones validadas y distribuidas regionalmente aumentan la resistencia y el cumplimiento.

Acerca de Sedgwick Brand Protection

La marca y la reputación son los activos más valiosos y vulnerables de una empresa. Las marcas encarnan todo lo que hace una empresa y lo que esperan sus clientes. 

Nada dice más del compromiso de una empresa con sus clientes que sus esfuerzos por mantener sus promesas de seguridad, calidad y servicio. Por eso, a menudo se recuerda más a las empresas por cómo gestionan un reto en el mercado que por el problema en sí. Sabemos lo que hace falta para gestionar las retiradas de forma que se respeten los compromisos con los clientes, los socios de la cadena de suministro y los organismos reguladores. 

Con la confianza de las principales marcas y empresas del mundo, Sedgwick Brand Protection trabaja en colaboración para gestionar los riesgos y minimizar el impacto de las crisis de productos y negocios en el mercado. Desde 1995, hemos gestionado más de 7.000 de los programas más delicados y urgentes de retirada y reparación de productos, en más de 150 países y más de 50 idiomas. 

Para saber más sobre nuestras soluciones de retirada de productos y respuesta a incidentes, visite: https://www.sedgwick.com/product-recall

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cambios normativos a mediados de la retirada