Todas las reclamaciones de indemnización por accidente laboral empiezan con el mismo objetivo: ayudar a las personas a recuperarse rápidamente, volver al trabajo con seguridad y mantener los costes bajo control.

Pero conseguirlo ya no es tan sencillo como antes. El aumento de los costes, la evolución de las expectativas, la intervención más temprana de los abogados y la creciente atención a la salud mental están cambiando la forma de gestionar los siniestros y las estrategias necesarias para lograr resultados óptimos.

En este artículo exploraremos:

  • Qué dificulta la obtención de resultados óptimos
  • Cómo la inflación, los litigios, los cambios en la comunicación y la salud mental están cambiando el juego
  • Qué hace falta ahora y cómo ayuda la tecnología

¿Qué cambia ahora?

Los costes aumentan.

Los índices de siniestralidad siguen disminuyendo, gracias a unos lugares de trabajo más seguros y a estrategias de prevención más inteligentes. A pesar de ese descenso, los costes aumentan. La inflación salarial aumenta casi un 7% interanual, y la inflación médica no deja de subir. Aunque los siniestros se gestionen exactamente igual que hace un año, los costes seguirán aumentando.

Los abogados intervienen antes.
Cada vez son más los trabajadores lesionados que buscan representación legal en las primeras fases del proceso, a menudo incluso antes de que surja el litigio. Aunque la intervención temprana de un abogado puede ser útil en algunos casos, también introduce una complejidad y unos costes innecesarios.

Las expectativas de comunicación están cambiando.

La mano de obra actual abarca cinco generaciones, cada una con expectativas diferentes. Algunos prefieren mensajes de texto o chats. Otros prefieren las llamadas telefónicas o el correo electrónico. Muchos esperan una mezcla de todo ello. Para mantener a los trabajadores comprometidos e informados, es esencial estar a su altura, con el tono, el momento y el canal adecuados.

Los trabajadores de más edad permanecen más tiempo en activo.

Cada vez hay más trabajadores de 60 años o más en la población activa, y asistimos a un aumento de las lesiones en este grupo de edad. Sus siniestros tienden a ser más complejos, con comorbilidades que tratar, duraciones más largas y periodos de baja prolongados. 

Se presta más atención a la salud mental.

Los trabajadores lesionados no sólo tienen que recuperarse físicamente, sino que a menudo sufren estrés, ansiedad, depresión o traumas relacionados con la lesión, el lugar de trabajo o el propio proceso de reclamación. Estos factores pueden retrasar la curación y complicar las reclamaciones.

4 maneras de lograr resultados óptimos hoy

1. Identifique la complejidad en una fase temprana e incorpore al equipo adecuado.

    El aumento de los costes no va a desaparecer, pero una gestión más inteligente de los siniestros puede ayudar. Para empezar, hay que disponer de un sistema que permita detectar a tiempo la complejidad y responder con los recursos adecuados. 

    Por ejemplo, utilizamos IA y análisis predictivos integrados en nuestro sistema de siniestros para señalar cuándo un siniestro podría necesitar una intervención oportuna y específica. Estos desencadenantes nos permiten recurrir al apoyo clínico, de salud conductual, de reincorporación al trabajo y de otro tipo en los momentos en que pueden tener mayor impacto en el resultado del siniestro. 

    2. Adoptar un enfoque más centrado en el ser humano. 

    Los trabajadores lesionados quieren sentirse atendidos, escuchados y apoyados, no reducidos a un número de reclamación y tratados como una transacción. Gestionar las reclamaciones con empatía genera confianza, mejora la recuperación y ayuda a evitar la escalada legal. 

    En Sedgwick formamos a los examinadores para que sean algo más que expertos técnicos. Están preparados para dirigir con empatía y responder con claridad. También utilizamos encuestas en las reclamaciones para saber cómo se siente la gente a lo largo del proceso, de modo que podamos hacer ajustes en tiempo real y hacer que la experiencia sea más personal, receptiva y humana.

    3. Comunicarse de forma proactiva y personal. 

    Los trabajadores lesionados no deberían tener que buscar respuestas o preguntarse qué es lo siguiente. Cuando la comunicación empieza pronto -y parece relevante- se evita la confusión, se reducen los retrasos y disminuye la posibilidad de que intervenga un abogado.

    Nos ponemos en contacto en cuanto se notifica un siniestro y nos mantenemos en contacto de la forma que prefiera cada trabajador lesionado. Esto puede incluir una llamada de bienvenida que comienza con una conversación sobre lo sucedido -no una larga lista de preguntas de admisión- seguida de actualizaciones semanales por mensaje de texto. Cada interacción, ya sea por chat, correo electrónico, llamada o mensaje de texto, es oportuna, reflexiva y se adapta a la forma en que cada trabajador lesionado desea participar. 

    4. Utilizar la tecnología para mejorar las experiencias.

    La tecnología es lo que hace posible y escalable una gestión de siniestros más inteligente, un compromiso centrado en el ser humano y una comunicación personalizada. Ayuda a las organizaciones a identificar la complejidad, facilita la toma rápida de decisiones y hace que la información importante sea accesible en cualquier momento y lugar, algo que los trabajadores de hoy en día esperan cada vez más.

    En Sedgwick, la tecnología respalda cada parte del proceso de tramitación de siniestros. La IA ayuda a los examinadores a marcar siniestros complejos, resumir documentos y automatizar tareas rutinarias. Para los trabajadores lesionados, nuestro portal de autoservicio, mySedgwick, ofrece acceso en tiempo real a los detalles del siniestro, soporte de chatbot y preferencias de comunicación personalizables. Estas herramientas ayudan a todos a navegar por el proceso con facilidad y confianza. 

    Mejores estrategias, mejores resultados

    El aumento de los costes, los cambios en las expectativas y una mano de obra más compleja están reconfigurando el panorama de los siniestros, lo que hace más difícil ofrecer recuperaciones y reincorporaciones al trabajo rápidas, seguras y eficaces.

    La obtención de resultados significativos comienza con estas cuatro estrategias:

    • Detectar la complejidad en una fase temprana e incorporar el apoyo adecuado
    • Dirigir con empatía y situar a las personas en el centro del proceso
    • Comunicarse de forma proactiva, personal y receptiva.
    • Utilizar la tecnología para que la experiencia sea fluida para todos los implicados

    Las organizaciones que hacen evolucionar sus estrategias -y se centran en la persona que hay detrás de la reclamación- estarán mejor equipadas para seguir el ritmo de los retos actuales y ofrecer resultados óptimos.