En el mundo de los grandes siniestros materiales, reunir al equipo adecuado es sólo el principio. Una vez que los expertos están en sus puestos, una comunicación clara y coherente se convierte en el pegamento que mantiene unido todo el proyecto. Sin ella, incluso los profesionales más cualificados pueden errar el tiro, con los consiguientes retrasos, confusión y aumento de los costes del siniestro.

Por qué es importante la comunicación

Los grandes siniestros inmobiliarios son complejos por naturaleza. Suelen implicar a múltiples partes interesadas, como el asegurado, los corredores, las aseguradoras, los peritos, los contratistas, los expertos forenses y los asesores jurídicos, cada uno de los cuales aporta perspectivas, competencias y prioridades únicas. Una comunicación eficaz garantiza que todos estén alineados, informados y trabajando por el mismo objetivo: una resolución justa, oportuna y eficaz.

Empezar por las prioridades del asegurado

La base de una comunicación sólida empieza por comprender las preocupaciones del asegurado. ¿Cuáles son sus necesidades más acuciantes? ¿Les preocupa la interrupción de su actividad, el impacto en su reputación o la seguridad de sus empleados y clientes?

Estas prioridades deben comunicarse claramente a todos los miembros del equipo de siniestros. Cuando todos sepan qué es lo más importante para el asegurado, podrán adaptar su enfoque en consecuencia. Ya sea acelerando determinadas partes del proceso, dando prioridad a reparaciones específicas o proporcionando actualizaciones más frecuentes, trabajarán en pos de un objetivo común.

Definir el alcance y el calendario

Una vez establecidas las prioridades, es hora de definir el alcance del trabajo. ¿Qué hay que hacer, quién tiene que hacerlo y en qué orden? Trazar una respuesta de ruta crítica ayuda a aclarar las dependencias y garantiza que no se omita ningún paso. Esto incluye:

  • Determinación de hitos y plazos clave. 
  • Asignar la propiedad de cada tarea. 
  • Destacar las acciones que dependen de otros. 
  • Señalar posibles cuellos de botella o riesgos. 

Un plan bien definido fija las expectativas y proporciona a todos una hoja de ruta que seguir, reduciendo la confusión y mejorando la responsabilidad.

Manténgase conectado y documéntelo todo

La comunicación es un proceso continuo que requiere comprobaciones, actualizaciones y ajustes periódicos. Al establecer una cadencia para las reuniones del equipo y las actualizaciones de las partes interesadas, se crean puntos de contacto para ayudar a garantizar que el proyecto se mantiene en marcha y que cualquier problema se aborda con prontitud.

Igualmente importante es la documentación. Cada decisión, actualización y cambio debe registrarse y compartirse con las partes pertinentes. Así se crea una pista de auditoría clara que ayuda a evitar malentendidos y garantiza que los nuevos miembros del equipo puedan ponerse al día rápidamente en caso necesario.

Adaptar la comunicación a la audiencia

No todas las partes interesadas necesitan el mismo nivel de detalle. Adapta tu estilo de comunicación y el contenido a la audiencia:

  • Los asegurados pueden desear actualizaciones de alto nivel centradas en el progreso y el impacto. 
  • Los peritos y las aseguradoras pueden exigir informes detallados y documentación técnica.
  • Los contratistas y proveedores necesitan instrucciones y plazos claros. 

Si personaliza su comunicación, mostrará respeto por el tiempo y las prioridades de cada parte interesada y aumentará las posibilidades de una colaboración fluida.

Utilice la tecnología en su beneficio

Las plataformas modernas de gestión de siniestros y las herramientas de colaboración pueden agilizar la comunicación y mejorar la transparencia. Los cuadros de mando compartidos, las actualizaciones en tiempo real y los repositorios de documentos centralizados ayudan a mantener a todo el mundo informado y a reducir el riesgo de falta de comunicación.

En Sedgwick, aprovechamos la tecnología avanzada para apoyar una comunicación fluida entre equipos y geografías, garantizando que todas las partes tengan acceso a la información más reciente. Nuestros expertos están formados para utilizar estas herramientas, maximizando su eficiencia y manteniéndolos conectados en todo momento. 

El elemento humano

Aunque la tecnología desempeña un papel vital, es el elemento humano el que realmente hace que la comunicación sea eficaz. La empatía, la escucha activa y la capacidad de respuesta contribuyen en gran medida a generar confianza y mantener relaciones sólidas. En situaciones de gran tensión, como los grandes siniestros inmobiliarios, las partes interesadas aprecian una comunicación clara, honesta y compasiva.

Reflexiones finales

La gestión de grandes siniestros inmobiliarios es un trabajo de equipo, y la comunicación es lo que hace que ese equipo funcione al máximo. Al dar prioridad a la claridad, la coherencia y la conexión, los profesionales de siniestros pueden reducir las fricciones, mejorar los resultados y ofrecer el tipo de servicio que los clientes recuerdan.

En Sedgwick, creemos en esa atención que cuenta, y eso incluye la forma en que nos comunicamos. Tanto si se trata de una actualización rutinaria como de una decisión crítica, nos esforzamos por mantener a nuestros clientes informados, capacitados y apoyados en cada paso del camino.