Kimberly George, directora global de marca de Sedgwick, está acompañada por Max Koonce, director de reclamaciones. Ambos debatieron sobre la prevalencia de las reclamaciones por salud mental, inspirándose en un artículo de opinión publicado por Max y su equipo titulado«Revelando las luchas ocultas: salud mental y compensación laboral».

A continuación se presentan algunos aspectos destacados de su charla:

El aumento de la visibilidad de la salud mental en la indemnización por accidentes laborales.
La salud mental ha formado parte del ámbito de la discapacidad y las adaptaciones durante años, especialmente en el ámbito no laboral.

  • En los años transcurridos desde la aparición de la COVID, las reclamaciones y la atención en materia de salud mental han ido en aumento.
  • Las cuestiones relacionadas con la salud mental han cobrado mayor relevancia en las legislaturas estatales, especialmente en lo que respecta al personal de primeros auxilios.
  • Su presencia en el panorama de la indemnización por accidentes laborales está ganando aún más fuerza, ya que la atención social y la evolución de la legislación están impulsando al sector a examinarlo más de cerca.
  • Los empleadores están fomentando más tratamientos de salud mental y bienestar con aplicaciones de salud digitales, citas de telesalud, acceso a especialistas en comportamiento y mucho más.

Reclamaciones por salud mental y diferencias entre estados.
Las reclamaciones por salud mental representan actualmente una pequeña parte del total de casos de indemnización laboral, menos del 2 %. Dado que cada estado tiene su propia legislación, muchos trabajadores desconocen qué tipo de reclamaciones por salud mental pueden presentar y qué es lo que cubre la cobertura.

  • Koonce describe dos tipos de reclamaciones en el ámbito de la salud mental:
    • «Mental-mental»: reclamaciones por salud mental que no implican una lesión física.
    • «Físico-mental»: reclamaciones por salud mental que surgen de una lesión física cubierta por la indemnización por accidente laboral.
  • Cada estado tiene diferentes cargas probatorias para lo que se permite para cada tipo de reclamación, con poca coherencia.
  • La mayoría de los estados solo admiten reclamaciones relacionadas con la salud mental cuando están vinculadas a una lesión física («física-mental»).
  • Los datos muestran una prevalencia ligeramente mayor de reclamaciones por salud «mental-mental» que las relacionadas con lesiones físicas. 
  • La prevalencia está fuertemente influenciada por la legislación estatal, con un aumento en el volumen de reclamaciones en los estados que permiten la presentación de reclamaciones «mentales-mentales».

La intervención temprana mejora los resultados.
Una de las conclusiones más importantes de este artículo es que el tratamiento temprano de la salud conductual conduce a resultados significativamente mejores.

  • La intervención de un especialista en salud conductual durante los primeros 90 días de una reclamación redujo el tiempo de tramitación de la misma entre un 60 % y un 70 %, y condujo a resultados más satisfactorios en cuanto a la reincorporación al trabajo. 
  • Las reclamaciones con retrasos en el tratamiento de salud mental a menudo duraban más del triple que aquellas sin componentes de salud mental.
  • Tratar la salud mental como cualquier otra comorbilidad puede conducir a mejores plazos de recuperación y experiencias generales para los trabajadores lesionados.

En general, se prefiere un enfoque holístico y caso por caso. No todos los casos cuentan con un trabajador de salud mental asignado y las leyes estatales varían, pero son herramientas poderosas para obtener mejores resultados para los trabajadores.

Vuelve a leer el artículo«Revelando las luchas ocultas: salud mental y compensación laboral»aquí.

Y escuchaaquí toda la conversación entre George y Koonce.