previsión 2025
Recalls,
normativa y cumplimiento

Las empresas tendrán que hacer más para impulsar la eficacia de la retirada de productos
En 2024, se produjeron casi 2.500 retiradas de productos en cinco sectores clave. Esta cifra sigue a la de 2023, un año en el que se alcanzó un máximo anual de cinco años para el total de retiradas. Si el ritmo de retiradas continúa, a finales de este año se alcanzará un máximo de seis años.
Las retiradas de productos siguen produciéndose a un ritmo superior a la media y con un estricto escrutinio normativo. En 2025 se espera que continúe, así como una mayor exigencia a las empresas para que impulsen la eficacia de las retiradas. Las empresas necesitarán una estrategia de comunicación más completa, diseñada para llegar a públicos mucho más amplios y segmentados. Este alcance tendrá que basarse en cómo reciben las noticias las distintas generaciones, y la eficacia se medirá en función de cómo diseñe la empresa su plan de comunicación.
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Desde las actualizaciones normativas provocadas por una nueva administración hasta las crecientes diferencias generacionales en la forma de comunicarse de consumidores y pacientes, las empresas tendrán que reevaluar y perfeccionar cada vez más su enfoque de retirada de productos en 2025.
Chris Harvey
Vicepresidente Senior de Servicios al Cliente
Cumplimiento de la normativa
En 2025 será crucial observar varias dinámicas en el entorno normativo. En noviembre de 2024 finalizó la fase de estabilización de la Ley de Seguridad de la Cadena de Suministro de Medicamentos (DSCSA, por sus siglas en inglés), lo que significa que, en adelante, los socios comerciales de la cadena de suministro farmacéutica serán responsables de los requisitos de la DSCSA en torno a la trazabilidad electrónica de los medicamentos; la plena aplicación del Reglamento General de Seguridad de los Productos (RGPP) también entrará en vigor en 2025 para garantizar la seguridad de todos los productos de consumo en los mercados de la UE.
Para seguir cumpliendo estas normativas nuevas y existentes y tener éxito en 2025, las empresas tendrán que estar muy atentas a los avances en tecnologías emergentes que puedan utilizarse para identificar posibles peligros y defectos. También será crucial la capacidad de ampliar rápidamente el uso de esta tecnología, incluida la IA y la detección de fraudes, y garantizar que los trabajadores reciban la formación necesaria para utilizarla correctamente.

La rapidez y la transparencia están en juego
Para resistir una retirada, las empresas deben desarrollar y mantener la confianza del público mediante la rapidez, la transparencia y la empatía. Las empresas deben estar preparadas para la retirada de productos del mercado y estar preparadas para ejecutar y comunicar una retirada de forma rápida y eficaz con la mayor transparencia posible. Los simulacros de retirada de productos empezarán a convertirse en una práctica habitual en 2025, a medida que las empresas traten de sortear lo inesperado y se preparen lo mejor posible.
Con los posibles cambios normativos que se avecinan, la seguridad de los productos seguirá siendo un tema clave tanto para los consumidores como para los reguladores, que cada vez recurren más a las redes sociales para ver cómo responden las empresas a las crisis relacionadas con los productos. Las empresas deben dar prioridad a su preparación para la retirada de productos para proteger su marca, independientemente del panorama normativo.
