25 de julio de 2025
La Comisión Europea ha publicado un plan de trabajo quinquenal para seguir aplicando el Reglamento sobre diseño ecológico de productos sostenibles (ESPR) y el Reglamento sobre etiquetado energético. El ESPR se adoptó en julio de 2024 para mejorar la circularidad y reducir los residuos innecesarios. Establece un marco que permite a los legisladores fijar requisitos de diseño ecológico para grupos de productos específicos, dando prioridad a los productos de alto impacto.
El último plan de trabajo identifica las categorías de productos de alto impacto que deberán adoptar primero los requisitos de diseño ecológico y etiquetado energético. Entre ellos figuran mandatos para abordar varios aspectos fundamentales, como la durabilidad, reutilización, mejora y reparabilidad de los productos; la presencia de sustancias químicas que impidan la reutilización y el reciclado de materiales; la eficiencia energética y de recursos; el uso de contenido reciclado; y las huellas de carbono y ambiental.
La Comisión señala que su plan de trabajo, que abarca de 2025 a 2030, "fomentará productos sostenibles, reparables, circulares y energéticamente eficientes en toda Europa". También se alinea con la Brújula de la Competitividad, cuyo objetivo es cerrar la brecha de competitividad de la UE en la escena mundial.
Detalles del plan
El acero y el aluminio, los muebles, los neumáticos, los colchones y los textiles, especialmente las prendas de vestir, figuran entre los grupos de productos prioritarios de la estrategia de la Comisión. Esta lista inicial de productos se seleccionó a partir de un amplio proceso con diversas partes interesadas y Estados miembros, así como de un análisis técnico exhaustivo y un proceso de consulta en profundidad. El borrador del plan de trabajo incluía inicialmente productos químicos, plásticos y calzado, pero estos productos fueron eliminados antes de que se publicara el plan definitivo.
Según la Comisión, la armonización de los requisitos de sostenibilidad de los productos a escala de la UE permitirá alcanzar varios objetivos clave, entre ellos:
- Reforzar el mercado único de la UE
- Prevenir los obstáculos al comercio
- Igualdad de condiciones para operar en la UE o importar a ella
- Reducción de la carga administrativa que supone el cumplimiento de las normas específicas de la UE y los Estados miembros
- Reforzar la competitividad global de las empresas que ofrecen productos sostenibles
Los nuevos requisitos se centran en dos factores. El primero es el rendimiento del producto, que puede incluir una durabilidad mínima, una eficiencia energética y de recursos mínima y la disponibilidad de piezas de repuesto o un contenido reciclado mínimo para un producto.
El segundo factor es la información sobre el producto, específicamente relacionada con características clave del producto como la huella de carbono y medioambiental. Esta información estará disponible a través de un Pasaporte Digital de Producto (DPP) o del Registro Europeo de Productos para el Etiquetado Energético (EPREL) en el caso de los productos que dispongan de etiqueta energética.
De cara al futuro
La Comisión tiene previsto establecer los requisitos de diseño ecológico y etiquetado energético mediante actos delegados, ya sea producto por producto o por grupos de productos similares. Estos actos se basarán en un proceso exhaustivo que incluirá estudios preparatorios y evaluaciones de impacto, así como aportaciones de las partes interesadas a través del Foro de Diseño Ecológico y otras vías.
Los fabricantes de los productos enumerados en el plan de trabajo de la Comisión deben seguir de cerca el desarrollo de los actos delegados y participar en el proceso de las partes interesadas para garantizar que se escuche la voz del sector. También deben empezar a prepararse para unos requisitos de diseño ecológico y etiquetado energético más onerosos. En todos los sectores, las empresas deben prepararse para que los legisladores de la UE sigan centrándose en la sostenibilidad y promuevan nuevas normativas en pos de una economía circular y el fomento del crecimiento económico.
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