En Estados Unidos, junio es el mes de la concienciación sobre el trastorno de estrés postraumático. Según el Centro Nacional para el TEPT del Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA), unos 12 millones de personas padecen actualmente este trastorno en Estados Unidos. Este trastorno puede afectar a diversas personas expuestas a situaciones que ponen en peligro su vida, como veteranos militares y supervivientes de agresiones sexuales, catástrofes naturales, accidentes graves o actos de violencia.
Aunque en los últimos años se ha avanzado mucho en la comprensión y desestigmatización del TEPT, muchos de los que sufren sus síntomas, a menudo debilitantes, siguen dudando en buscar ayuda. Por eso son tan importantes los esfuerzos de concienciación sobre el TEPT y los tratamientos que pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas. En este blog, intentaré contribuir al debate nacional de junio sobre la concienciación acerca del TEPT explorando algunos temas importantes y acontecimientos recientes que afectan a las empresas y a sus empleados.
Proteger a los ayudantes y evitar que las víctimas vuelvan a sufrir traumas
En los últimos diez años hemos asistido a un cambio en la tramitación de las reclamaciones de indemnización por accidentes laborales relacionados con traumas en el trabajo. Tradicionalmente, se pedía al trabajador que repitiera la historia de su trauma en detalle a varias personas: su jefe, el responsable de recursos humanos o de seguridad, la policía, el examinador de siniestros, los médicos y los profesionales de la salud mental, etcétera. Sin embargo, se descubrió que este enfoque incapacitaba aún más a los empleados, ya que revivían su trauma con cada relato del suceso. Solemos confiar en los relatos en primera persona cuando se trata de lesiones en el lugar de trabajo, pero esto estaba resultando contraproducente en los casos relacionados con traumas. Una táctica más sensible que proporciona una mejor experiencia al empleado es que quienes investigan el siniestro utilicen en la medida de lo posible los informes existentes de la policía, los agentes de seguridad y otras fuentes.
Otra novedad de los últimos años ha sido la incidencia del TEPT entre los profesionales que prestan apoyo a las víctimas de traumas, incluso los que no sufrieron el incidente traumático en primera persona. Examinadores de siniestros, agentes de policía, profesionales de la salud mental y otras personas que escuchan repetidamente historias de traumas en el trabajo experimentan cada vez más estrés laboral altamente perturbador. Su exposición continua a relatos traumáticos tiene un efecto adverso acumulativo en su salud mental. Por ello, reducir el número de veces que una víctima debe relatar su historia no sólo redunda en su propio beneficio, sino también en el de los profesionales que la atienden.
Opciones de tratamiento: terapias probadas, nuevas fronteras
Si tenemos en cuenta los síntomas comunes del TEPT -que pueden incluir ansiedad grave, problemas para dormir, aislamiento y desapego, hipervigilancia, problemas de memoria, irritabilidad y vívidas escenas retrospectivas que pueden parecer alucinaciones- es fácil comprender cómo esta enfermedad puede interferir en la vida de una persona y hacer que se sienta indefensa. Si la gente se lleva un mensaje del Mes de Sensibilización sobre el TEPT, espero que sea éste: Existen opciones de tratamiento.
Se ha demostrado la eficacia de tres terapias de conversación principales centradas en el trauma para tratar el TEPT:
- Terapia de procesamiento cognitivo (TPC), un tipo de terapia cognitivo-conductual (TCC) que cuestiona la forma en que el paciente piensa sobre su trauma y le ayuda a construir una nueva comprensión del suceso para reducir su impacto negativo en su vida.
- Exposición prolongada (EP), en la que el paciente vuelve a visitar su trauma hasta que los recuerdos ya no son tan perturbadores.
- Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR), que consiste en centrarse en sonidos o movimientos oculares mientras se habla del trauma para ayudar al paciente a superar sus recuerdos.
También pueden utilizarse ciertos medicamentos antidepresivos para tratar los síntomas del TEPT. Además, los investigadores están estudiando la eficacia de algunos otros medicamentos psicotrópicos, como la MDMA ("éxtasis"), junto con la TCC para ayudar a las personas con TEPT. Los primeros resultados han revelado que, bajo la supervisión de un terapeuta cualificado, las dosis bajas de MDMA pueden ayudar a algunos pacientes a alcanzar un estado de relajación inducido químicamente, de modo que puedan procesar su trauma sin emociones exacerbadas. Curiosamente, un panel de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) rechazó recientemente el uso de la MDMA para el tratamiento del TEPT, pero se sigue investigando en este campo.
El uso de la realidad virtual (RV) como parte del proceso de desensibilización en la TCC es también un campo de investigación en auge. Se necesitan muchos más datos para determinar la seguridad y la amplia eficacia de los psicotrópicos y las tecnologías de RV en el tratamiento del TEPT, pero nuevas vías como éstas pueden proporcionar alguna esperanza a quienes padecen síntomas graves y persistentes.
Es hora de que los empresarios den un paso al frente
En muchos ámbitos de la salud mental, incluido el TEPT, existe desde hace tiempo la idea de que hay que levantarse y desarrollar la resiliencia individual. Aunque la resiliencia es un elemento de la gestión y la superación de los problemas de salud mental, asignar toda la responsabilidad de abordar sus propias necesidades a alguien que está luchando puede conducir a sentimientos de autoculpabilidad y empeorar la situación. Los empresarios tienen un importante papel que desempeñar a la hora de apoyar el bienestar mental de sus empleados, especialmente en casos de estrés y trauma en el trabajo.
Como se indica en nuestro reciente blog, en el que colaboré, las empresas comprometidas con el cuidado de sus empleados deben ofrecer recursos de apoyo que incluyan (entre otros) programas de asistencia a los empleados (EAP), atención de crisis tras un incidente en el lugar de trabajo, amplia cobertura para el tratamiento de la salud mental a través de sus prestaciones para empleados y soluciones de salud conductual como parte de la gestión de las reclamaciones de indemnización de los trabajadores. Se ha demostrado que la intervención temprana es un factor crítico en la recuperación del trauma, por lo que la terapia a través de la telemedicina puede ser una opción útil para asegurar rápidamente la atención a los empleados cuando y donde las visitas en persona no estén disponibles de inmediato. Además, los gestores de personal deben recibir formación sobre las señales de advertencia de la angustia de los empleados y saber dónde dirigir a sus colegas para que reciban el apoyo adecuado.
Los expertos en salud conductual y atención en crisis de Sedgwick están aquí para usted y sus empleados cuando más importa, porque caring counts. No dude en llamarnos para saber cómo podemos ayudarle a apoyar a sus valiosos empleados y su salud mental tras un suceso traumático.
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