Un crucero de placer en un yate privado parece una forma maravillosa y relajante de pasar el día. Pero para los propietarios de esas embarcaciones, los imprevistos pueden causar grandes quebraderos de cabeza y desembocar en el estrés de las reclamaciones de seguros. El departamento de yates de Sedgwick sigue de cerca las tendencias que afectan a los siniestros en este ámbito y sus ramificaciones tanto para las aseguradoras como para sus asegurados. En este blog, vamos a profundizar en tres cambios notables que tienen un impacto significativo en los siniestros de yates.
Aumento de los robos
En los últimos años hemos asistido a un repunte de los robos de embarcaciones. Esto coincide con una tendencia social más amplia de aumento de los robos, como se ha observado en muchas noticias sobre robos desenfrenados en los centros de las ciudades estadounidenses. El aumento de la delincuencia puede atribuirse a una combinación de factores, como la inflación y otras presiones económicas, el deterioro del civismo, el malestar político, la mentalidad de derecho y la ruptura de las normas sociales durante la pandemia de COVID.
Por supuesto, es difícil robar un barco entero sin ser detectado. Sin embargo, los ladrones son cada vez más descarados en sus intentos de llevarse objetos valiosos de los yates, como motores, piezas de motores y sistemas electrónicos de navegación. Lamentablemente, también hay un repunte de los "trabajos internos", en los que empleados de puertos deportivos, instalaciones de almacenamiento, empresas de transporte y otros proveedores forman parte de la actividad delictiva. En la actualidad, las aseguradoras están muy centradas en erradicar a estos malos actores, así como las reclamaciones fraudulentas en las que los asegurados han desempeñado un papel deshonesto con la esperanza de cobrar un pago.
Desde el punto de vista de la indemnizabilidad, entra en juego hasta qué punto un propietario tomó medidas como asegurado prudente para proteger la embarcación y sus componentes. ¿Se guardó la embarcación en la entrada abierta o detrás de una valla cerrada? ¿Seleccionó un puerto deportivo o un almacén con amplios controles de seguridad (barreras físicas, iluminación, cámaras, guardias, etc.) para evitar robos? Los propietarios son responsables de saber lo que les exige su póliza, las franquicias aplicables y las exclusiones que pueden entrar en vigor, en función de cómo y dónde se produzca un siniestro de robo; también deben representar con exactitud a sí mismos y al lugar de uso/almacenamiento de su embarcación ante su aseguradora.
Tecnología en evolución
En el ámbito de los siniestros de yates, como en casi todos los aspectos de la vida moderna, los avances tecnológicos siguen moviendo la aguja. Tanto los propietarios de embarcaciones como los proveedores de servicios recurren a las nuevas tecnologías para mitigar las pérdidas. Los puertos deportivos y las instalaciones de almacenamiento emplean cada vez más sistemas de vigilancia y seguridad de alta tecnología para mantener alejados a los ladrones y detectar inmediatamente las actividades no deseadas. Esto está resultando útil tanto para las fuerzas del orden como para los investigadores de siniestros.
Además, hay muchos dispositivos nuevos que pueden conectarse a las embarcaciones para detectar sutilmente todo, desde la ubicación hasta el movimiento a bordo, pasando por la toma de agua. Estas tecnologías disuaden de incidentes de robo y pérdida total, reducen la probabilidad de que los delincuentes se salgan con la suya y mitigan la exposición de las aseguradoras. Además, como los datos de esos dispositivos pueden ayudar a las aseguradoras a investigar siniestros, algunas incentivan a los asegurados a instalarlos ofreciéndoles descuentos en las primas o pagando los costes de suscripción al hardware y/o al servicio.
Paralelamente a la creciente popularidad de los vehículos eléctricos ( VE), están apareciendo en el mercado embarcaciones especiales con propulsión eléctrica. Esto afecta a los siniestros de yates de varias maneras. En primer lugar, estas embarcaciones son más susceptibles de sufrir pérdidas catastróficas por incendio que las embarcaciones motorizadas tradicionales, debido a las baterías de iones de litio que llevan a bordo; también pueden experimentar más problemas por la caída de rayos y sobretensiones eléctricas. También puede ser difícil encontrar talleres con el equipo adecuado y la mano de obra cualificada para reparar estas embarcaciones especiales. Las piezas de repuesto pueden escasear en algunas zonas, lo que alarga la duración de los siniestros y aumenta potencialmente los costes para las aseguradoras.
Impacto del cambio climático
Poco a poco, el mundo se da cuenta de que el clima de la Tierra está cambiando. Como resultado de estos cambios climáticos, nuestro planeta está experimentando oscilaciones extremas de temperatura y catástrofes meteorológicas constantemente devastadoras, como huracanes, tornados, inundaciones y sequías. Estos fenómenos parecen producirse con mayor frecuencia y venganza que nunca.
Cuando se producen catástrofes cerca de masas de agua, los propietarios de embarcaciones se ven obligados a buscar los mismos escasos recursos de almacenamiento y salvamento en los alrededores. Para hacer frente a este problema, muchas aseguradoras están optando por incorporar a sus redes empresas de peritación de siniestros. Esto les permite aprovechar los mayores esfuerzos de preparación y mitigación proactiva, así como las redes de recursos establecidas, por lo que están mejor equipados para ayudar rápidamente a los asegurados y a las investigaciones de siniestros antes, durante y después de una catástrofe. Muchos de ellos trabajan codo con codo con sus socios ajustadores para consolidar los planes de respuesta ante catástrofes con suficiente antelación y comunicar mejor a los asegurados cuándo se pueden anticipar y controlar los acontecimientos.
Otro efecto del cambio climático es el aumento de los brotes de incendios forestales. Tradicionalmente, las embarcaciones almacenadas en los puertos deportivos de los lagos se han considerado de menor riesgo que las cercanas a los océanos, más propensas a sufrir fuertes tormentas. Sin embargo, recientemente hemos visto varios incidentes de incendios forestales cerca de lagos que arrasaron flotas enteras. Estas zonas ya no pueden considerarse seguras para las embarcaciones desde el punto de vista del riesgo. Como resultado, las primas están empezando a subir; sin embargo, también hay un mayor apetito de las aseguradoras por entrar en la cobertura de yates. Estaremos atentos a lo que pueda soportar el mercado y a otras cuestiones de actualidad que afecten al ámbito de los siniestros de yates.
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