18 de septiembre de 2025
Las autoridades de la Unión Europea avanzaron una propuesta de reglamento sobre vehículos al final de su vida útil (VFVU), cuyo objetivo es hacer más sostenible el sector del automóvil. La norma sustituiría a la actual Directiva de VFU con nuevas obligaciones que abarcarían todos los aspectos de un vehículo, desde su diseño y comercialización hasta su tratamiento final al término de su vida útil.
La propuesta de reglamento sobre los VFU es el último paso en una tendencia de aplicación más estricta de la normativa sobre los VFU. A principios de este año, la Comisión Europea, junto con la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA), impuso multas a un grupo de fabricantes de vehículos y asociaciones comerciales por operar un cártel relacionado con el reciclaje de VFU. El grupo había acordado entre sí no pagar a las empresas terceras encargadas del reciclado de los VFU que los fabricantes de automóviles están obligados a ofrecer como servicio gratuito a los consumidores. Las entidades acordaron colectivamente multas de aproximadamente 458 millones de euros de la Comisión y más de 77 millones de libras de la CMA.
Principales características de la propuesta
La norma propuesta por la Comisión pretende mejorar la circularidad de los automóviles. Exigirá que los vehículos nuevos se diseñen de modo que las instalaciones de tratamiento autorizadas puedan retirar fácilmente el mayor número posible de piezas y componentes para su sustitución, reutilización, reciclado, refabricación o reacondicionamiento.
El reglamento fijaría un objetivo obligatorio para el plástico reciclado, exigiendo que al menos el 25% del plástico utilizado para fabricar un vehículo proceda del reciclado. Además, el 25% de ese material tendría que proceder de VFU reciclados. La propuesta de reglamento sobre VFU también pretende recuperar más materias primas y de mejor calidad, incluidas materias primas críticas, plásticos, acero y aluminio, mediante normas más estrictas sobre reciclado y reutilización, así como incentivos para fomentar la venta de piezas de recambio. Deja una vía para fijar objetivos obligatorios de reciclado de esas materias primas, similares a los fijados para el plástico reciclado.
Como demuestra la reciente actividad de aplicación de la normativa, las autoridades de la UE tienen un gran interés en garantizar que los fabricantes cumplan las normas relacionadas con el reciclado de los vehículos al final de su vida útil. También quieren mejorar esos requisitos para todo el ciclo de vida del vehículo.
Así, la propuesta de la Comisión establecería normas para garantizar una financiación adecuada de las operaciones obligatorias de tratamiento de los VFU e incentivar a los recicladores para que mejoren la calidad. También exigiría más inspecciones, la interoperabilidad de los sistemas nacionales de matriculación de vehículos y una mejor distinción entre vehículos usados y VFU, así como la prohibición de exportar vehículos usados que no estén en condiciones de circular. Todas estas medidas forman parte de un esfuerzo por evitar que los vehículos "desaparezcan" cuando están destinados a ser reciclados.
Cabe destacar que la normativa sobre vehículos al final de su vida útil no se limitará a coches y furgonetas: con el tiempo, los requisitos se ampliarán para incluir nuevas categorías, como motocicletas, camiones y autobuses.
El Consejo Europeo alcanzó su posición negociadora en junio, con varios cambios para ampliar el ámbito de aplicación del reglamento. Entre otras cosas, se añaden al ámbito de aplicación del Reglamento los camiones pesados y las bicicletas y cuadriciclos de dos y tres ruedas. Además, el Consejo recomendó un enfoque gradual del requisito del 25% de plástico reciclado, de modo que se aplicaría 10 años después de la entrada en vigor del reglamento.
Los demás cambios del Consejo se centran en reducir la burocracia, mejorar la documentación para distinguir los vehículos usados de los VFU y aclarar las obligaciones en torno a las operaciones de recogida y tratamiento.
De cara al futuro
El Parlamento Europeo alcanzó su posición negociadora a principios de septiembre, lo que desencadenó negociaciones a tres bandas entre el Parlamento, la Comisión y el Consejo. Las posiciones del Parlamento y del Consejo no están muy alejadas, aunque es probable que se siga debatiendo el calendario del enfoque gradual del requisito de plástico reciclado.
Los fabricantes de automóviles, los minoristas y los proveedores deben seguir de cerca las negociaciones del diálogo tripartito para comprender las nuevas obligaciones a las que pueden tener que hacer frente en virtud del Reglamento sobre vehículos al final de su vida útil. Está claro que el reglamento final se aplicará a más categorías de productos y que el cumplimiento de sus requisitos se examinará con lupa. El hecho de que se trate de un reglamento, y no de una directiva, significa también que las obligaciones serán las mismas en todos los Estados miembros, lo que debería facilitar su cumplimiento. Sin embargo, también podría implicar una mayor vigilancia y control por parte de las autoridades.
La industria automovilística debe empezar a planificar ya cómo puede tener que cambiar sus operaciones para cumplir requisitos adicionales de sostenibilidad y más documentación para demostrar su cumplimiento a lo largo de todo el ciclo de vida del vehículo.
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