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Por Louise Patterson, Directora de Habilitación y Soluciones Empresariales, Sedgwick, Australia

Los siniestros masivos, ya sean provocados por catástrofes naturales, fallos de productos, demandas colectivas o casos complejos de responsabilidad civil, exigen un planteamiento coordinado e innovador. Estos acontecimientos ejercen una inmensa presión sobre las aseguradoras, los organismos gubernamentales, los proveedores de servicios y los reclamantes por igual. Las soluciones eficaces deben abordar no sólo los retos de un aumento repentino del volumen de reclamaciones, sino también los entresijos de la comunicación, la colaboración, la integración tecnológica y la experiencia del reclamante. Un enfoque que se ha revelado especialmente eficaz es la habilitación y las soluciones empresariales a medida, una estrategia diseñada para mejorar la experiencia del cliente, la transparencia y la comunicación con las partes interesadas.

Habilitación y soluciones empresariales

La capacitación empresarial hace hincapié en la planificación anticipada, la colaboración y la mejora continua. En esencia, este enfoque pretende capacitar a todos los participantes en el proceso de siniestros mejorando las vías de comunicación y garantizando que las partes interesadas -incluidas las aseguradoras, los equipos jurídicos, las agencias gubernamentales y los reclamantes- estén equipadas para tomar decisiones con conocimiento de causa. Al comprender los principales retos de cada evento, se formulan recomendaciones centradas en mejorar la experiencia del cliente, en particular en lo que se refiere a la comprensión de los procesos de reclamación y el suministro de información clara y coherente que favorezca la transparencia y la confianza a lo largo de todo el ciclo de vida del evento. En todo momento se ayuda a gestionar las expectativas de las partes interesadas en el siniestro.

El poder de la colaboración entre las partes interesadas

La colaboración entre las partes interesadas ha demostrado ser una de las estrategias más eficaces en los siniestros masivos. Cuando los departamentos gubernamentales, las aseguradoras, los equipos jurídicos, los peritos y los proveedores de tecnología trabajan al unísono, los procesos de reclamación pueden ser más eficientes, productivos, precisos y puntuales. Se consiguen mejores resultados cuando cada parte interesada comprende su papel, se comunica con claridad y comparte información vital. Estos esfuerzos pretenden minimizar la duplicación de actividades, garantizar que los procesos se llevan a cabo con coherencia y responsabilidad, y proporcionar visibilidad a través de una única fuente de datos en toda la cartera de siniestros que se gestionan.

Planificar lo imprevisible

Sabemos que en catástrofes naturales y fenómenos meteorológicos la planificación y la preparación anticipada son cruciales. Sin embargo, mientras que muchos otros tipos de siniestros masivos son repentinos, impredecibles y sin precedentes, el sector puede a menudo planificar mediante la planificación de escenarios y la simulación de respuestas. Estos esfuerzos de planificación permiten a las organizaciones definir protocolos de respuesta, probar sistemas tecnológicos, formar equipos y crear marcos de comunicación que estén listos para desplegarse cuando sea necesario. A pesar de estos preparativos, siguen existiendo retos, especialmente cuando se trata de gestionar múltiples reclamantes o flujos de información complejos. Un plan bien ejecutado puede marcar la diferencia entre el caos y el control en una ventana de respuesta crítica.

Mejora continua de los esfuerzos de respuesta

Incluso con planes exhaustivos, los siniestros masivos plantean constantemente nuevos retos. Desde la tensión operativa hasta el riesgo financiero y las presiones sobre la reputación, los esfuerzos de respuesta deben evolucionar en tiempo real. Es fundamental que las organizaciones reflexionen sobre las respuestas anteriores, extraigan las lecciones aprendidas y las apliquen a las estrategias de preparación futuras. Hacer hincapié en la adaptabilidad y la agilidad puede ayudar a mitigar la presión que conllevan los grandes volúmenes de siniestros simultáneos.

El papel de la tecnología y la innovación

La tecnología desempeña un papel fundamental en la transformación de las respuestas a siniestros masivos. Desde los portales de siniestros en línea hasta las herramientas automatizadas de triaje, la tecnología ofrece la velocidad, precisión y escalabilidad necesarias para gestionar grandes volúmenes de siniestros. 

Una buena integración puede incluir plataformas sencillas que permitan una rápida presentación de los siniestros, actualizaciones de estado en tiempo real y una mejor captura de datos. Estas herramientas no sólo ayudan a los reclamantes a navegar por el proceso con mayor facilidad, sino que también proporcionan a las aseguradoras y peritos la información que necesitan para responder con eficacia y tomar decisiones oportunas y fundamentadas.

Sin embargo, la innovación no está exenta de obstáculos. Implantar nuevos sistemas durante una crisis es intrínsecamente difícil, ya que no sólo requiere una ejecución técnica, sino también un cambio cultural y operativo. Por eso la integración tecnológica debe formar parte de la fase preparatoria, con herramientas diseñadas para ser intuitivas y desplegables bajo presión. La tecnología por sí sola no puede pensar de forma creativa. La innovación surge cuando la tecnología se combina con los conocimientos especializados y la capacidad necesarios para implantar y ofrecer con éxito una solución a medida.

Racionalización de la evaluación en siniestros de gran volumen

En sucesos que implican reclamaciones de responsabilidad e indemnización -como fallos de productos o problemas de responsabilidad pública-, los procesos de evaluación suelen convertirse en un cuello de botella. Una solución eficaz es el uso de tecnologías sencillas y accesibles que permitan agilizar las evaluaciones. Los formularios en línea, la carga de fotos desde el móvil y la revisión automatizada de documentos pueden mejorar significativamente los plazos y reducir la carga administrativa. Este enfoque garantiza que, incluso con un gran número de solicitantes, las respuestas sigan siendo puntuales, precisas, coherentes y centradas en el cliente.

Abordar las complejidades de las demandas colectivas

Las demandas colectivas plantean una serie de retos diferentes. Estos casos suelen ser jurídicamente complejos, implican múltiples puntos de contacto y requieren una cuidadosa coordinación entre aseguradoras, abogados y especialistas en reclamaciones. Han surgido herramientas digitales innovadoras para gestionar esta complejidad, como plataformas web de triaje que pueden clasificar las reclamaciones en función de su gravedad o elegibilidad. La colaboración con los equipos jurídicos es crucial para garantizar que las reclamaciones sean justas y defendibles, y que se cumplan todos los requisitos normativos sin retrasos innecesarios.

Gestionar los fallos de los productos con la coordinación de todo el sector

Los fallos de los productos pueden dar lugar a reclamaciones generalizadas en poco tiempo. En estos casos, la industria debe actuar como un frente unificado. La coordinación entre fabricantes, cadena de suministro, aseguradoras, asesores jurídicos y proveedores de servicios garantiza la coherencia de los mensajes, la eficacia en la recopilación de pruebas y un enfoque racionalizado de la resolución. Una vez más, la tecnología desempeña un papel vital, especialmente en la recopilación y el almacenamiento de pruebas que pueden ser necesarias para la retirada de productos o los procedimientos judiciales. Un compromiso compartido de transparencia y comunicación oportuna es esencial para mantener la confianza y la credibilidad.

Un futuro basado en la tecnología

El futuro de la tramitación masiva de siniestros dependerá cada vez más de una implantación tecnológica sin fisuras. Los sistemas de respuesta rápida, las plataformas integradas y los flujos de trabajo automatizados no sólo mejoran la eficiencia, sino que también mejoran significativamente la experiencia del cliente. Cuando la tecnología se despliega con una perspectiva estratégica, en consonancia con los objetivos de las partes interesadas y con el apoyo de la preparación operativa, los beneficios son de gran alcance.

Conclusión

Los siniestros masivos siempre presentarán cierto grado de imprevisibilidad y complejidad. Sin embargo, mediante la colaboración de las partes interesadas, la integración de la tecnología y la mejora e innovación continuas, las organizaciones pueden hacer frente al reto. Todo ello sin perder de vista las necesidades del cliente. En Sedgwick, nuestro equipo tiene una gran experiencia en la gestión de siniestros masivos en una amplia gama de sectores. Desde la retirada de productos hasta catástrofes naturales y fenómenos meteorológicos, pasando por demandas colectivas y complejos siniestros de responsabilidad civil, sabemos lo que hace falta para obtener resultados rápidos, justos y eficaces para todos los implicados.

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