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Por Mark Debus, MSW, LCSW, Gerente Clínico de Salud Conductual, Sedgwick

Los fenómenos meteorológicos extremos han provocado un aumento del número de personas que se enfrentan al sistema de tramitación de siniestros a la vez que sufren una experiencia que les cambia la vida. Lo hemos visto más recientemente y a una escala sin precedentes con los incendios forestales de California, pero la atención al impacto emocional de los grandes siniestros empezó a convertirse en una tendencia tras los graves huracanes de los últimos años y la pandemia del COVID-19. A la hora de ayudar a las personas en el proceso de tramitación de siniestros tras un suceso traumático, actuar con empatía ayuda mucho.

Es importante reconocer que estas experiencias son traumáticas para las personas cuyas vidas y propiedades se ven afectadas, así como para los expertos de apoyo, como los primeros intervinientes y los peritos de siniestros. Además, es importante reconocer que las personas tendrán una reacción emocional al suceso traumático, lo cual es normal y existen excelentes recursos para hablar de ello.

Para quienes apoyan a alguien en un acontecimiento único en la vida como una pérdida importante, responder con empatía es clave. La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona y comprender emocionalmente por lo que está pasando. Siga estos pasos para protegerse y adoptar un enfoque empático ante una pérdida traumática:

Ser consciente de los riesgos para la salud mental que conlleva el trabajo

Dado que los grandes fenómenos meteorológicos pueden tener un efecto dominó en todos los implicados en el proceso de recuperación, los trabajadores de apoyo, como los socorristas y los profesionales de siniestros, deben ser conscientes del riesgo potencial de trauma secundario en el trabajo. La exposición repetida a un acontecimiento traumático tiene un efecto acumulativo. Los síntomas de una respuesta traumática secundaria son idénticos a los de alguien que ha sufrido un trauma inmediato, por lo que debe ser consciente de sus propias experiencias tras un acontecimiento importante. Si tienes pensamientos rumiantes o preocupaciones cuando estás fuera de horario, duermes mal o tienes problemas digestivos, pueden ser señales de que necesitas hablar con alguien.

Sea proactivo 

Contar con un plan para abordar los riesgos para la salud mental de forma proactiva es una medida inteligente para protegerse. Cree una estrategia para informarse a sí mismo después de revisar imágenes que muestren la devastación de la propiedad cuando ajuste un siniestro grave. Considere quiénes son las personas de apoyo en su vida y en su lugar de trabajo. ¿Puede hablar de su experiencia con un supervisor u otro colega de confianza? Le aconsejamos que limite el consumo de medios de comunicación: los periodos prolongados de navegación por Internet o "doomscrolling" pueden aumentar la sensación de estrés, en lugar de aliviarla.

Los líderes también desempeñan un papel importante en este paso. Si dirige un equipo que trabaja con supervivientes, sea proactivo a la hora de controlar a su equipo. Espere reacciones emocionales ante el suceso y reconozca que reaccionar es una respuesta humana normal. Asegúrese también de obtener su propio apoyo.

Saber reconocer los comportamientos de una persona traumatizada 

Las secuelas de un acontecimiento traumático pueden manifestarse de formas variadas pero predecibles. En los días y semanas posteriores al suceso, las personas traumatizadas pueden tener dificultades para dormir o relajarse, tener pensamientos acelerados y estar hipervigilantes y asustarse con facilidad. El trauma puede incluso manifestarse en síntomas físicos como problemas gastrointestinales (diarrea, náuseas, vómitos). 

A largo plazo, los comportamientos se asemejan a los síntomas de ansiedad o depresión. Los supervivientes se vuelven irritables y experimentan problemas interpersonales con las relaciones en el trabajo o con la familia. Los problemas digestivos pueden continuar o empeorar, junto con afecciones cutáneas o hipertensión debido al estrés continuo. Los supervivientes suelen tener recuerdos del suceso y volver a sentirse traumatizados por ellos.

Reconocer los efectos a corto y largo plazo de un acontecimiento traumático en otra persona puede ser un paso que le cambie la vida para conseguir la ayuda que necesita.

Arrojar algo de luz sobre la respuesta al trauma observada

Es importante saber que se considera un comportamiento normal que las personas que han sufrido un trauma intenten ocultar cómo se sienten. El hecho de que un superviviente oculte sus verdaderos sentimientos o síntomas no significa que deba ignorarse su respuesta. Si detecta síntomas de trauma en un superviviente o colega, hable con él sobre lo que ha observado, pregúntele cómo se siente y establézcase como una persona segura. No des por sentado que los síntomas desaparecerán por sí solos. 

Cuidado con las palabras

Los intervinientes secundarios, incluidos los peritos de seguros, que trabajan con los supervivientes en los días y semanas posteriores a un suceso desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de un entorno de apoyo y empatía. Los supervivientes son especialmente sensibles a las palabras y preguntas sobre su experiencia. Se trata de una respuesta normal al trauma. Se aconseja a los expertos que eviten preguntas que puedan incitar al superviviente a revivir el suceso traumático y potencialmente volver a traumatizarle. Pregunte a los supervivientes sobre sus sentimientos actuales, en lugar de cómo se sentían cuando ocurrió el suceso. 

Existen muchos recursos especializados gratuitos y confidenciales para ayudar a los supervivientes de traumas a hablar sobre sus experiencias: los programas de asistencia a empleados en el lugar de trabajo, el asesoramiento de salud mental en la comunidad, los recursos de ayuda a supervivientes sin ánimo de lucro de organizaciones como la Cruz Roja Americana y el 988 Lifeline son lugares a los que pueden acudir los supervivientes.

Para los simpatizantes, recordar a un superviviente en crisis que no está solo y que hay opciones para obtener ayuda para las necesidades de salud mental no solo demuestra empatía, sino también atención. En el sector de los siniestros, prestar atención es la esencia de lo que hacemos y una de las formas más importantes de apoyar a los demás.