5 de agosto de 2025
Objetivo: Explorar el creciente papel de los fármacos GLP-1 en la indemnización de los trabajadores y las implicaciones más amplias para los profesionales sanitarios, jurídicos y de gestión de riesgos.
Este artículo se basa en una reciente presentación realizada en la Conferencia de la Coalición de California sobre Compensación Laboral (CCWC), que tuvo lugar en Anaheim, CA del 11 al 13 de junio de 2025.
El auge de los medicamentos GLP-1, como Ozempic, Wegovy y Zepbound, ha suscitado tanto entusiasmo como controversia en los sectores sanitario y de seguros. Desarrollados originalmente para tratar la diabetes de tipo 2, estos fármacos han despertado gran interés por su eficacia para promover la pérdida de peso. A medida que su uso se extiende al sistema de compensación de los trabajadores, las partes interesadas se enfrentan a cuestiones complejas. ¿Son estos medicamentos un gran avance en la gestión de las comorbilidades, o son un desvío costoso y jurídicamente complicado?
Comprender los medicamentos GLP-1
Los agonistas de los receptores del GLP-1 (péptido similar al glucagón-1) actúan imitando una hormona que regula el apetito y la insulina. Ralentizan la digestión, reducen el hambre y ayudan a los pacientes a sentirse saciados durante más tiempo. Aunque sus beneficios clínicos están bien documentados, su integración en las reclamaciones de indemnización de los trabajadores introduce nuevos retos.
El Dr. Robert Hall, Director Médico de Optum, explica que la obesidad es una comorbilidad importante que puede retrasar la recuperación de las lesiones laborales. Históricamente, tratamientos como la cirugía bariátrica y las inscripciones en gimnasios se han considerado en determinadas demandas. Ahora, los medicamentos GLP-1 se consideran una opción potencialmente más accesible y menos invasiva.
Implicaciones jurídicas y de tramitación de siniestros
La inclusión de medicamentos para adelgazar en las reclamaciones de indemnización de los trabajadores plantea varias cuestiones jurídicas y administrativas. Brenna Hampton, abogada, directora ejecutiva y presidenta de Relaciones Gubernamentales del CCWC, señala que el sistema de indemnización de los trabajadores de California tiene un historial de tratamiento de la obesidad como consecuencia indemnizable. Sin embargo, el uso de fármacos GLP-1 introduce nuevas complejidades.
Los profesionales de las reclamaciones deben tener en cuenta la duración y el coste del tratamiento, el cumplimiento de los planes de tratamiento con arreglo al Código Laboral 4056, la gestión de los efectos secundarios, las implicaciones de Medicare Set-Aside (MSA) y las distinciones entre medicamentos compuestos y de prescripción.
También preocupa el fraude y el desplazamiento de costes. A medida que estos medicamentos se hacen más populares y caros, existe el riesgo de que algunos costes se trasladen indebidamente a los programas de indemnización de los trabajadores. Esto es especialmente relevante cuando los medicamentos se prescriben para usos no aprobados explícitamente por la FDA, una práctica conocida como uso off-label, que es común pero sigue estando sujeta a escrutinio.
Consideraciones reglamentarias y de costes
Los medicamentos GLP-1 son costosos y a menudo es necesario un uso prolongado para mantener los resultados. Esto plantea dudas sobre su sostenibilidad y aprobación en el formulario de indemnización por accidentes de trabajo. Aunque la FDA ha aprobado estos fármacos para usos específicos, su aplicación en casos de compensación a los trabajadores a menudo queda fuera de esos parámetros.
Según el Informe Anual de Revisión Médica Independiente (IMR) de 2024, los programas de pérdida de peso se encontraban entre las solicitudes de tratamiento anuladas con más frecuencia. Solo se aprobó el 13%, lo que sugiere un alto nivel de escepticismo entre los revisores y subraya la necesidad de una justificación médica clara.
El papel de los programas auxiliares
Para gestionar eficazmente el uso de medicamentos para adelgazar, las organizaciones deben aprovechar los servicios auxiliares, como los gestores de prestaciones farmacéuticas (PBM), las organizaciones de revisión de la utilización (URO), las enfermeras gestoras de casos y los equipos de gestión de riesgos.
La Dra. Teresa Bartlett, médico jefe de Sedgwick, subraya la importancia de un enfoque coordinado. Explica que no se trata sólo de la medicación. También se trata del ecosistema que la rodea, incluida la forma en que se supervisan, apoyan y evalúan los resultados.
Exploración de alternativas
Aunque los medicamentos GLP-1 están ganando adeptos, no son la única opción. Existen varios tratamientos complementarios, como los programas de ejercicio y fisioterapia, la terapia nutricional y conductual, los modelos de atención biopsicosocial, los procedimientos bariátricos y la tecnología de salud vestible.
Estas alternativas pueden ser más apropiadas para algunos pacientes y pueden integrarse en un plan de recuperación holístico. La clave está en adaptar el tratamiento a cada persona, equilibrando la necesidad médica, el coste y los resultados a largo plazo.
Un enfoque prudente pero abierto
El uso de medicamentos para adelgazar en la compensación de los trabajadores sigue evolucionando. Aunque los beneficios potenciales son significativos -como una recuperación más rápida, la reducción de comorbilidades y la mejora de la calidad de vida-, los riesgos también son considerables. Deben sopesarse cuidadosamente las consideraciones jurídicas, financieras y éticas.
A medida que cambie el panorama de la asistencia sanitaria, será esencial la colaboración entre profesionales médicos, expertos jurídicos y gestores de siniestros. Manteniéndose informados y proactivos, los interesados pueden navegar por esta nueva frontera con precaución y compasión.