Ya habíamos anunciado que nuestra previsión de inflación para 2022 era del 10%. Hemos seguido controlando los aumentos de costes y ahora los hemos registrado en un 10,82% interanual. No obstante, prevemos que en el cuarto trimestre se produzca un retroceso en algunos costes, a medida que bajen los costes de determinados materiales. Las presiones inflacionistas de las que ya hemos informado, es decir, los efectos del Brexit, las dificultades del transporte marítimo mundial, la pandemia, la guerra de Ucrania y el aumento de los costes energéticos, siguen siendo relevantes. La agitación política y económica del tercer trimestre ha afectado a la construcción y la pérdida de confianza de los consumidores apunta ahora también a una posible recesión en el sector.
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