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Por Andy McCallum, Vicepresidente de Operaciones Especializadas, Sedgwick

La temporada de tornados trae consigo la ansiedad anual de los propietarios de viviendas, las aseguradoras y los equipos de respuesta a emergencias de todo el Medio Oeste y el Sureste de EE.UU. y más allá. Cada año surgen las mismas preguntas críticas: ¿Seremos afectados? ¿Con qué intensidad? ¿Podremos recuperarnos? Y lo más importante, ¿qué podemos hacer mejor?

Ante la incertidumbre, las aseguradoras, los meteorólogos y los científicos están afinando las predicciones, mejorando las estrategias de respuesta y aprovechando la tecnología para agilizar los siniestros y las labores de recuperación. Los avances en previsión, evaluación de daños y tramitación de siniestros están teniendo un impacto real.

Con la temporada de tornados de 2025 ya en marcha, es vital revisar las previsiones, aprender de catástrofes pasadas y adoptar medidas de preparación eficaces. 

Previsiones para 2025

Como el propio clima, los tornados tienen altibajos. La temporada de tornados de 2024 fue una de las peores registradas, con 1.855 tornados, más de 500 de ellos sólo en mayo. Ya hemos visto tormentas devastadoras en el Medio Oeste y el Sur en 2025, con daños estimados en cientos de millones y más de 40 vidas perdidas.

En general, se esperan menos tornados este año, con un rango previsto de 1.300-1.450. Aun así, esta estimación supera la media histórica de 1.225, lo que subraya los riesgos a los que se enfrentan las comunidades de las zonas propensas a los tornados. Las proyecciones de AccuWeather para 2025 indican que se esperan 200-300 tornados en abril y 250-350 en mayo.

Los datos de BankRate 2024 destacan los estados con los costes de seguro más elevados para daños residenciales por tornado (basados en 300.000 dólares de cobertura de la vivienda): Illinois, Alabama, Colorado, Texas, Mississippi y Nebraska.

Hacia soluciones más inteligentes para las pérdidas y la recuperación tras un tornado

El aumento de las pérdidas asociadas a los tornados ha motivado al sector asegurador a explorar soluciones más eficaces y específicas. Nos esforzamos por ir más allá de la simple emisión de un cheque semanas después de un siniestro. Nuestro objetivo es reducir el tiempo que transcurre entre el reconocimiento de un siniestro y la prestación de una ayuda significativa, como alojamiento temporal, alojamiento para mascotas o la satisfacción de otras necesidades inmediatas. 

Cada vez se reconoce más que la gestión de los siniestros catastróficos exige una asignación estratégica de los recursos. Algunos siniestros pueden implicar daños menores, como la pérdida de una teja, mientras que otros son el resultado de tornados que arrasan barrios enteros. Una forma de gestionar este amplio abanico de siniestros de forma eficaz y cuidadosa es aprovechar la tecnología avanzada y las herramientas digitales para agilizar los procesos y hacer llegar rápidamente a los peritos la información que necesitan.

Por ejemplo, las herramientas de medición y dimensionamiento por satélite proporcionan ahora a los peritos datos detallados de la propiedad -medidas de tejados, ventanas y canalones- antes incluso de que visiten el lugar. Además, las intuitivas herramientas de admisión sustituyen a métodos anticuados como el fax y el correo electrónico, garantizando que la información del siniestro llegue a los peritos, especialistas en vivienda y otros recursos clave de forma inmediata y sin problemas.

Las aseguradoras también están actualizando estratégicamente sus prácticas de suscripción. Las franquicias por riesgo, sobre todo por daños causados por el viento y el granizo, son cada vez más comunes en las zonas de alto riesgo. Estas franquicias a medida ajustan mejor la cobertura a los riesgos medioambientales específicos.

La antigüedad del tejado es otro factor crítico en las decisiones de suscripción. Las aseguradoras aplican directrices que promueven el mantenimiento preventivo, a menudo haciendo hincapié en las opciones de sustitución parcial. Estas medidas contribuyen a equilibrar la sostenibilidad de las pólizas al tiempo que animan a los propietarios (tanto comerciales como residenciales) a mantener la resistencia frente a fenómenos meteorológicos graves.

Lecciones de catástrofes pasadas

Estos cambios no se han producido en el vacío. Se basaron en las lecciones aprendidas y las mejores prácticas perfeccionadas a partir de catástrofes anteriores. Por ejemplo, la devastación causada por huracanes como Helene y Milton en 2024 y la destrucción generalizada de los incendios forestales de California subrayaron la necesidad de una documentación inmediata.

Otro reto importante ha sido evaluar los daños en zonas de difícil acceso tras una catástrofe. Esto ha llevado a las aseguradoras a adoptar la tecnología de los drones, que ha demostrado ser inestimable. Los drones se utilizan para captar imágenes de alta resolución de las propiedades dañadas en tiempo real, lo que permite a las aseguradoras determinar el alcance de las pérdidas con rapidez y precisión. En las regiones de California afectadas por incendios forestales, los drones han ayudado a los peritos y gestores de siniestros a evaluar las estructuras quemadas sin tener que esperar a que los equipos de emergencia retiren los escombros peligrosos. Después de los huracanes, los estudios con drones pueden cartografiar los daños por inundaciones e identificar las propiedades que necesitan asistencia inmediata, mejorando los tiempos de respuesta y minimizando las disputas sobre la elegibilidad de la cobertura.

Tecnologías prometedoras en respuesta a catástrofes y recuperación

Las herramientas digitales también están cambiando la forma en que las aseguradoras se comunican con los asegurados. La adopción de inteligencia artificial y tecnologías avanzadas basadas en IA está revolucionando la respuesta ante catástrofes al mejorar la evaluación de daños y agilizar la tramitación de siniestros. Innovaciones como nuestra plataforma patentada smart.ly simplifican la presentación de siniestros, ayudando a los propietarios afectados a obtener ayuda de forma rápida y eficiente. Estos avances reflejan el interés del sector por aprovechar la tecnología para agilizar las operaciones y mejorar los resultados.

Otras nuevas herramientas también están dando nueva forma a los esfuerzos de recuperación. La tecnología LIDAR (light detection and ranging) permite a los peritos realizar evaluaciones estructurales detalladas con teléfonos inteligentes. Al mismo tiempo, el análisis de imágenes basado en IA automatiza la identificación de vulnerabilidades estructurales, reduciendo la dependencia de las inspecciones manuales. Por su parte, la modelización de catástrofes de última generación y el análisis predictivo dotan a las aseguradoras y a los servicios de emergencia de mejores herramientas para prever huracanes, tornados e incendios forestales. Al anticiparse a estos fenómenos con mayor precisión, los recursos pueden desplegarse estratégicamente en zonas de alto riesgo, lo que permite respuestas rápidas y eficaces.

Sin embargo, es importante recordar que la tecnología puede no ser la única solución. En caso de catástrofe, el acceso a ordenadores portátiles, teléfonos móviles e Internet puede estar interrumpido o ser intermitente. El despliegue de un centro de llamadas remoto con profesionales experimentados en siniestros puede ser la solución ideal y, a menudo, la preferida por los clientes que prefieren la interacción humana en tiempo real durante una crisis.

Dar los pasos adecuados

La mayor concienciación sobre las recientes catástrofes ha inspirado a las aseguradoras y a las organizaciones de gestión de emergencias a hacer hincapié en la preparación. Aunque la temporada de tornados está ya en pleno apogeo, aún hay tiempo para revisar las prácticas actuales, asegurarse de que se aplican eficazmente e iniciar un proceso de análisis y mejora de los resultados futuros.

Las aseguradoras y los profesionales de los siniestros deben trabajar para: 

  • Mejorar las estrategias de comunicación con los clientes: Ofrezca múltiples vías para la recepción de reclamaciones, como el teléfono, el correo electrónico y los portales en línea.
  • Amplíe las capacidades digitales de tramitación de siniestros: Implanta herramientas basadas en IA para acelerar la evaluación de daños y reducir los tiempos de tramitación manual.
  • Mejore los planes de respuesta ante catástrofes: Prepárese para escenarios de doble evento estableciendo planes de contingencia y asegurando ajustadores adicionales en áreas de alto riesgo.
  • Haga hincapié en la empatía y la inteligencia emocional: Los peritos de siniestros suelen ser el primer punto de contacto para los propietarios de viviendas en apuros: ofrecer una atención que cuente es lo correcto tras una catástrofe y puede mejorar significativamente la satisfacción del cliente.

Además, educar a los asegurados es fundamental para prepararse para el resto de la temporada de tornados. Entre las principales recomendaciones para propietarios de viviendas y empresas figuran las siguientes:

  • Documente el estado de la propiedad antes de la temporada de tormentas: Haz fotos y vídeos de edificios y pertenencias para agilizar futuras reclamaciones.
  • Revise sus pólizas de seguro: Comprenda las nuevas estructuras de franquicia y verifique si su cobertura incluye gastos de manutención adicionales (ALE) en caso de desplazamiento.
  • Elabore un plan de respuesta ante emergencias: Identifique lugares de refugio, asegure los documentos importantes y cree un plan de comunicación para los miembros de la familia.
  • Utilice la tecnología disponible: Regístrese en portales de reclamaciones y familiarícese con los procesos digitales de admisión para agilizar las presentaciones que puedan ser necesarias.

De cara al futuro

Aunque los huracanes, tornados e incendios forestales siguen siendo impredecibles, el sector asegurador actual está mejor equipado para mitigar su impacto. La integración de tecnología de última generación, la mejora de las estructuras de las pólizas y de los procesos de tramitación de siniestros están marcando una diferencia tangible en la forma en que las aseguradoras responden a los fenómenos meteorológicos graves. 

Para seguir satisfaciendo las necesidades del mercado, hay que seguir centrándose en la preparación, la adaptabilidad y el aprovechamiento de la tecnología para dar una respuesta eficiente y eficaz a las catástrofes. Aprendiendo de experiencias pasadas y adoptando soluciones innovadoras, las aseguradoras pueden garantizar una recuperación más rápida y fluida, reduciendo en última instancia las pérdidas financieras y mejorando los resultados para las compañías y sus asegurados.

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