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Por Karen Samuel, directora general de Customer Direct Health Solutions

En muchos sectores, los empleados están expuestos a altos niveles de ruido en el lugar de trabajo que, con el tiempo, pueden provocar pérdida auditiva, lo que afecta a la capacidad de las personas para oír con claridad y comunicarse de forma eficaz. 

La pérdida auditiva inducida por ruido en el trabajo (NIHL) es un problema de salud laboral importante, y los empleadores tienen la responsabilidad de proteger a sus trabajadores de estos riesgos. La normativa australiana exige a determinados empleadores que realicen actividades obligatorias de control del ruido, so pena de incurrir en multas elevadas por incumplimiento.

Comprender la exposición al ruido en el lugar de trabajo  

La exposición excesiva al ruido es un peligro habitual en sectores como la construcción, la minería, la industria manufacturera y el transporte. 

En Australia, los lugares de trabajo prescritos deben proporcionar evaluaciones auditivas a los trabajadores expuestos a altos niveles de ruido. Un lugar de trabajo prescrito es aquel en el que los trabajadores experimentan:  

  • Una dosis diaria representativa de ruido ≥85 dB(A) durante un período de trabajo de ocho horas.  
  • Picos de ruido ≥140 dB(lin) en cualquier momento.  

Para las empresas que operan en Nueva Gales del Sur, Queensland y Australia Occidental, el cumplimiento de la normativa sobre ruido es fundamental para evitar sanciones legales y, lo que es más importante, para proteger a los empleados de daños auditivos a largo plazo.  

Factores de riesgo comunes relacionados con el ruido

Su lugar de trabajo puede superar los niveles de ruido seguros si:

  • Los empleados alzan la voz para comunicarse a 1 metro de distancia.
  • Se utilizan máquinas o herramientas como amoladoras, sierras o compresores.
  • Los vehículos o equipos producen niveles de ruido elevados y constantes (por ejemplo, en la minería o la construcción).
  • Los trabajadores utilizan protección auditiva debido a las condiciones de ruido.

Pruebas audiométricas: la clave para la gestión del riesgo acústico  

Las pruebas audiométricas son obligatorias para los empleadores prescritos y ayudan a realizar un seguimiento de los cambios en la audición de los trabajadores a lo largo del tiempo. El proceso de prueba sigue un calendario estructurado:  

  • Prueba de referencia (base): se realiza en los tres meses siguientes al inicio del empleo de un trabajador en un puesto con riesgos de exposición al ruido. Los trabajadores deben permanecer en silencio durante 16 horas antes de la evaluación. 
  • Pruebas de seguimiento: se realizan cada dos años (o con mayor frecuencia si es necesario) para detectar los primeros signos de pérdida auditiva. A diferencia de la prueba inicial, no es obligatorio guardar silencio antes de la prueba.  

Los empleadores deben asegurarse de que estas pruebas se realicen en lugares autorizados con operadores de audiometría capacitados. 

Audiometría de cribado para la seguridad en el lugar de trabajo  

La audiometría de cribado, también conocida como audiometría de tonos puros, es una prueba muy habitual que se suele realizar en la fase previa a la contratación, durante el proceso de selección. Se trata de una prueba auditiva básica que determina si un empleado cumple con un estándar auditivo específico para su puesto de trabajo. Aunque no es un requisito legal, muchos empleadores optan por incluir esta prueba como parte de los exámenes médicos previos a la contratación, especialmente en sectores en los que la capacidad auditiva es fundamental (por ejemplo, el sector ferroviario).  

Responsabilidades legales y cumplimiento normativo  

Para las empresas que operan en lugares de trabajo prescritos, las normativas exigen que los empleadores proporcionen:  

  1. Pruebas audiométricas para trabajadores expuestos con frecuencia a niveles de ruido superiores al estándar de exposición.  
  2. Equipo de protección personal (EPP) para reducir el riesgo de pérdida auditiva inducida por ruido en el trabajo.  

El incumplimiento de estas normas no solo pone en riesgo a los empleados, sino que también puede acarrear consecuencias legales y dañar la reputación de las empresas. Los empleadores deben establecer un plan estructurado de gestión del ruido que incluya evaluaciones periódicas y medidas preventivas.  

Próximos pasos para los empresarios  

1. Medir los niveles de ruido.

Necesita una prueba audiométrica si la exposición al ruido alcanza:

  • 85 dB(A) promediado durante 8 horas
  • Ruido máximo de 140 dB(C)

Puede medir los niveles de ruido con:

  • Aplicaciones para medir el nivel de ruido y dosímetros de ruido: utilice una aplicación básica para medir los decibelios o un dispositivo personal para medir la exposición al ruido.
  • Evaluación profesional del ruido: contrate a un higienista ocupacional para que realice una evaluación profesional del ruido.

2. Identificar los factores de riesgo comunes relacionados con el ruido.

Su lugar de trabajo puede superar los niveles de ruido seguros si:

  • Los empleados alzan la voz para comunicarse a un metro de distancia.
  • Los empleados experimentan una reducción temporal de la audición o un zumbido en los oídos después de salir del trabajo al final de la jornada.
  • Se utilizan máquinas o herramientas como amoladoras, sierras o compresores.
  • Los vehículos o equipos producen niveles de ruido elevados y constantes (por ejemplo, en la minería o la construcción).
  • Los trabajadores utilizan protección auditiva debido a las condiciones de ruido.

3. Realizar una evaluación del ruido en el lugar de trabajo.

  • Si existen riesgos relacionados con el ruido, realice una evaluación formal del ruido según las normas de salud y seguridad en el trabajo.
  • Esto debe ser realizado por un profesional cualificado cada cinco años o si cambian las condiciones.

4. Realizar pruebas auditivas (si es necesario).

  • Prueba inicial en los tres meses siguientes al inicio de un empleado en un puesto ruidoso.
  • Pruebas continuas cada dos años para una exposición continuada.

Si no está seguro de si su lugar de trabajo requiere un control del ruido laboral, solicite asesoramiento a un experto. La realización de evaluaciones del ruido puede ayudar a determinar los niveles de exposición de su lugar de trabajo y garantizar el cumplimiento de los requisitos legales. Además, considere la posibilidad de implementar flujos de trabajo automatizados para gestionar de forma eficiente los exámenes médicos periódicos.  

Cómo podemos ayudar

Ofrecemos soluciones integrales para la gestión del ruido en el ámbito laboral con el fin de ayudar a las empresas a mantener lugares de trabajo seguros y que cumplan con la normativa. Nuestro equipo de expertos ayuda a los empleadores con evaluaciones del ruido, reconocimientos médicos previos al empleo, pruebas de audiometría y supervisión del cumplimiento normativo. Gracias a nuestra red de proveedores de audiometría cualificados, hacemos que el proceso sea fluido y nos aseguramos de que los empleados se sometan a evaluaciones auditivas oportunas.  

Proteja a su personal y cumpla con las normativas sobre ruido en el lugar de trabajo. Para obtener más información, visitewww.dhs.net.au.