Asegurar la transición ecológica

16 de octubre de 2023

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Es una época de rápidos cambios en el sector energético. Tras años de transición constante hacia las energías renovables, el progreso se ha acelerado recientemente, con políticas como la Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. que despliegan importantes cantidades de capital para financiar tanto el desarrollo de nuevas tecnologías como su adopción. 

Estos avances son vitales para alcanzar los objetivos mundiales de emisiones netas cero y la transición a una economía con bajas emisiones de carbono, pero a la hora de cuantificar su riesgo plantean nuevos retos a las aseguradoras. Calcular la probabilidad de que algo salga mal, y cuánto costará, es siempre una ciencia imperfecta cuando se trata de tecnologías novedosas. Por mucho talento que tengan el ingeniero o el actuario, no pueden predecir el futuro. 

La reticencia a cubrir un proyecto en estas condiciones es comprensible, pero debe y puede superarse. Sin seguro, estos proyectos no pueden construirse a escala, por lo que esperar a que surjan abundantes datos históricos no es una opción. Sin embargo, hay medidas que podemos tomar para mitigar estos riesgos y permitir que las aseguradoras estén a la vanguardia de la transición hacia la energía neta cero. 

Conocimientos técnicos y especializados 

Aunque no podemos cuantificar con certeza los riesgos a los que se enfrentan las tecnologías renovables emergentes, un equipo que cuente con profundos conocimientos en todo un espectro de especialidades tiene un valor incalculable. Las soluciones modernas de energías renovables representan la vanguardia de la ingeniería, por lo que entender cómo funcionan, qué podría salir mal y cómo se puede mitigar el riesgo requiere la experiencia de ingenieros especializados de élite. 

Esto es especialmente cierto en el caso de los peritos. Tomemos el ejemplo de un parque eólico marino. Estos existen desde hace décadas, pero las mejoras tecnológicas han continuado a buen ritmo, y las turbinas más grandes soportan ahora rotores con diámetros de más de 200 metros, que pesan cientos de toneladas. Cuando se trata de tecnologías totalmente nuevas, no hay manual que consultar, ni sustituto para quienes tienen la capacidad de aplicar sus conocimientos directamente a cada situación. 

Existe una necesidad de conocimientos multidisciplinares, entendiendo que los perfiles de riesgo de las nuevas tecnologías energéticas pueden ir más allá de la ingeniería, y requieren la aportación de meteorólogos, oceanógrafos y expertos en medio ambiente. Esta necesidad es el núcleo de nuestro enfoque en diversas especialidades, lo que nos permite aprovechar la experiencia de colegas de Sedgwick y EFI Global en todo el mundo. 

Colaboración mundial

Los distintos países se encuentran en diferentes fases de madurez tecnológica, y esto es especialmente cierto en el caso de la generación de energía renovable. Para resolver las lagunas de conocimiento que disuaden a las aseguradoras de cubrir estos proyectos, es vital pensar globalmente y aprovechar las enseñanzas de los ingenieros y aseguradoras que han experimentado los mismos retos, estén donde estén. 

Por ejemplo, una aseguradora británica que evalúe los riesgos de un gran parque eólico marino puede beneficiarse de las enseñanzas de un colega en China, donde estos proyectos están más maduros. Del mismo modo, los aseguradores e ingenieros islandeses pueden tener soluciones para los retos relacionados con la energía geotérmica. 

Los retos globales requieren respuestas globales, y las empresas internacionales pueden beneficiarse de la implantación de canales y estructuras que fomenten la colaboración mundial y el intercambio de ideas. En términos más generales, los eventos y foros internacionales pueden situar estos debates en un lugar destacado de la agenda para establecer mejores prácticas y aprendizajes que puedan compartirse a nivel de toda la industria. 

Dar el primer paso

El acceso a la visión de los expertos y a las enseñanzas mundiales puede mitigar muchas de las incertidumbres que rodean a los proyectos de energías renovables, pero no puede eliminarlas por completo. Si queremos facilitar la transición verde, hará falta valentía y aseguradoras que den el primer paso y ofrezcan soluciones para proyectos que pueden no tener precedentes. 

Aunque el riesgo no puede eliminarse, las recompensas potenciales de la reducción a cero son significativas. Reducir el peso de los combustibles fósiles en sus libros puede ayudar a las aseguradoras a alcanzar sus objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), además de beneficiar a las marcas de las aseguradoras que tomen la iniciativa. Y más allá de la ASG, abordar estos retos es también un imperativo empresarial. Se calcula que en 2023 se invertirán 1,7 billones de dólares en proyectos de energía limpia, y se prevé que la cifra siga aumentando. Todo esto presenta una oportunidad significativa para las aseguradoras que se basan en conocimientos globales y experiencia especializada para desarrollar nuevas soluciones, y establecerse como líderes en el espacio.

Etiquetas: Energía, medio ambiente, ESG, Aseguradoras, Propiedad, energías renovables, sostenibilidad, Tecnología, Reino Unido, Reino Unido, energía eólica