Un fuerte terremoto de magnitud 7,6 sacudió la región meridional de Filipinas a última hora de la noche del sábado, causando daños en las infraestructuras y provocando alertas de tsunami en todo el país. El seísmo se registró a una profundidad de 32 kilómetros, a unos 21 kilómetros al noreste del municipio de Hinatuan, en la isla de Mindanao.
Inmediatamente se advirtió a los residentes de las zonas costeras del peligro de grandes olas y se les ordenó evacuar sus hogares. Desde el terremoto inicial se han registrado más de 500 réplicas en la región, algunas de ellas de magnitud 6,5.
Se trata del segundo gran terremoto que afecta al sur de Filipinas en el espacio de un mes, sacudiendo edificios y causando daños a propiedades y estructuras en toda la región. Los habitantes de las zonas afectadas ya han regresado a sus hogares.