La Comisión Europea se centrará en la sostenibilidad de la industria textil en 2022

8 de abril de 2022

Compartir en LinkedIn Compartir en Facebook Compartir en X

Por Mark Buckingham, asesor de retirada

La Comisión Europea lleva años trabajando en un plan para crear una economía circular que permita un futuro más sostenible.

El Plan de Acción para la Economía Circular (PAEC) resultante, adoptado en marzo de 2020, incluye varias iniciativas estratégicas que transformarían el sistema de la UE en uno que reduzca aún más la presión sobre los recursos naturales y genere crecimiento y empleo sostenibles.

Se espera que la Comisión Europea adopte de forma inminente otra de las iniciativas del CEAP: la estrategia de la UE para los textiles sostenibles. Según la Comisión, esta estrategia "ayudará a la UE a pasar a una economía circular y climáticamente neutra en la que los productos se diseñen para ser más duraderos, reutilizables, reparables, reciclables y energéticamente eficientes". Anticipándose a la estrategia oficial, la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) ha publicado un informe titulado "Textiles y medio ambiente: el papel del diseño en la economía circular europea".

En este informe, la AEMA esboza los impactos ambientales negativos de la industria textil e identifica principios de diseño y medidas que podrían aumentar la circularidad. Aunque pueda sorprender a algunos, el consumo textil europeo en 2020 tuvo de media el cuarto mayor impacto en el medio ambiente y el cambio climático, solo por detrás de los alimentos, la vivienda y el transporte. El informe señala que para reducir el impacto ambiental de los textiles, las empresas deben adoptar modelos de negocio circulares que requieren innovación, cambios de comportamiento y un apoyo político coherente.

El informe de la AEMA hace especial hincapié en la necesidad de dar prioridad al diseño circular como componente clave de los modelos de negocio para el sector textil, centrándose en tácticas como el diseño para la durabilidad, la facilidad de reutilización, la reparación y la remanufacturación.

Consideraciones futuras

La atención prestada a la creación de una economía circular también puede repercutir en la forma en que se llevan a cabo las retiradas. Es probable que los reguladores examinen más de cerca cómo las empresas retiran del mercado los productos textiles retirados y cómo se deshacen de ellos. Esto podría dar lugar a directrices más específicas, que podrían exigir a las empresas reutilizar los productos textiles que no hayan sufrido daños y reciclar de forma sostenible los productos dañados. Más allá de las retiradas, los reguladores podrían animar a los principales minoristas y fabricantes a recoger los productos usados para reciclarlos, reutilizarlos o revenderlos.

Para aquellos fabricantes que quieran empezar a adoptar un modelo de negocio circular, empiecen por echar un vistazo holístico a sus operaciones. ¿Qué medidas podría tomar para reducir la cantidad de agua o petróleo que utiliza en la producción? ¿Podría incorporar a sus productos materiales diferentes que sean más fáciles de reciclar? ¿Tiene sentido que su empresa acepte los productos usados de los clientes para reciclarlos, reutilizarlos o darles una nueva finalidad?

Conclusión

Construir un modelo de negocio circular no será tarea fácil y probablemente requerirá una inversión adicional en la formación de mano de obra cualificada. Sin embargo, empezar ahora ayudará a las empresas a establecer una base sólida para cuando llegue la normativa y puede mejorar la reputación de su marca entre una base de consumidores cada vez más preocupados por la sostenibilidad.

Aunque el informe de la AEMA no incluye directrices o normas específicas, su existencia, así como la inminente adopción de la estrategia de la UE para los textiles sostenibles, indica que es probable que la política siga su curso. A la UE le queda un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo y cabe esperar que los organismos reguladores intensifiquen la normativa para lograr esos objetivos. Los fabricantes textiles deben prestar mucha atención al informe de la AEMA y estar atentos a la publicación de la estrategia de la UE para los textiles sostenibles para poder empezar a aplicar modelos de negocio circulares.

Con la confianza de las principales marcas del mundo, Sedgwick ha gestionado más de 5.000 de las retiradas de productos más sensibles y urgentes en más de 60 países y más de 20 idiomas, a lo largo de 25 años. Para obtener más información sobre nuestra experiencia en el sector minorista y de consumo, visite nuestro sitio web.