El Gobierno británico ha publicado su respuesta a la consulta sobre su Libro Blanco de la IA de 2023, en el que se esbozaba su "enfoque proinnovación" previsto para regular la inteligencia artificial (IA). La detallada respuesta reitera en gran medida el enfoque esbozado en el Libro Blanco sobre IA, pero también ofrece más información sobre cómo se desarrollará el marco regulador basado en el contexto.
Detalles clave
El documento de respuesta reafirma los cinco principios intersectoriales para los reguladores existentes que se esbozaron en el libro blanco. Se pretende que los reguladores los interpreten y apliquen en sus sectores para impulsar una innovación segura y responsable de la IA:
- Seguridad y robustez
- Transparencia y explicabilidad adecuadas
- Equidad
- Rendición de cuentas y gobernanza
- Contestabilidad y reparación
Aunque el Gobierno señaló que su decisión seguiría siendo objeto de revisión, tiene previsto avanzar con estos principios sobre una base no estatutaria, al menos mientras establece su planteamiento. Seguirá correspondiendo a los reguladores existentes aplicar los principios dentro de sus marcos sectoriales específicos, y el gobierno británico no creará un organismo regulador central para la IA. Sin embargo, el gobierno establecerá una función central que "supervisará y evaluará los riesgos en toda la economía y apoyará la coordinación y claridad de los reguladores".
Para ayudar a los reguladores a interpretar y aplicar los principios de la IA, el gobierno británico ha publicado unas directrices voluntarias que pueden seguirse a discreción del regulador. En el documento de respuesta del gobierno también se anunció un fondo de 10 millones de libras para ayudar a "impulsar las capacidades de IA de los reguladores".
Aunque el planteamiento actual del Gobierno sobre la regulación de la IA no es reglamentario, en el documento de respuesta señala que puede ser necesaria una futura regulación para usos específicos de la IA o a medida que avance la tecnología. También hay que tener en cuenta que el Reino Unido puede tener un nuevo gobierno a finales de 2024, que podría adoptar su propio enfoque regulador de la IA. Por ejemplo, el partido laborista ha indicado que preferiría implantar "un marco regulador general" para la IA.
De cara al futuro
Algunos organismos reguladores del Reino Unido ya han tomado medidas para definir mejor cómo se regulan los usos de la IA en sus sectores, y es seguro que otros les seguirán en los próximos meses. Aunque el enfoque basado en el contexto adoptado por el Reino Unido permitirá la innovación, la naturaleza descentralizada de la regulación de la IA podría plantear problemas a las empresas que responden ante múltiples organismos reguladores. Las empresas tendrán que seguir de cerca todas las novedades normativas aplicables para asegurarse de que cumplen la normativa.
Para las empresas que operan en el Reino Unido y en otros países de la Unión Europea, la divergencia de enfoques normativos puede generar confusión y complicar los riesgos. Será difícil, pero necesario, mantenerse al día de todas las normativas pertinentes para evitar daños a la reputación o la supervisión reglamentaria. Recurrir a abogados y terceros expertos en protección de marcas puede aportar una capa adicional de protección en medio del siempre cambiante panorama de la IA.
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