Las vacunas se ponen en marcha, pero ¿causará la refrigeración retiradas del mercado?

14 de diciembre de 2020

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La población mundial lleva esperando la introducción de una vacuna contra el COVID-19 desde principios de 2020 y, tras unos avances fenomenales, algunos se encuentran ahora en las fases iniciales de despliegue.

Una cuestión clave a tener en cuenta es que los productos farmacéuticos tienen una vida útil relativamente delicada, y muchas vacunas dependen en gran medida de la refrigeración ambiental.

En estos momentos se están llevando a cabo importantes procesos de infraestructura para garantizar que los países de toda Europa dispongan de las instalaciones necesarias para almacenar la vacuna a temperaturas muy bajas.

Los registros de temperatura serán primordiales, ya que las empresas responsables del producto han inventado un recipiente de distribución que conserva la vacuna a -70 grados centígrados durante 10 días si no se abre. Una vez descongelada, esta vacuna puede conservarse en un frigorífico normal a 2-8 grados Celsius durante un máximo de cinco días.

Public Health England tiene instrucciones muy claras sobre qué hacer si se pone en peligro la integridad de los procesos de almacenamiento y gestión de vacunas. Se aconseja conservar las vacunas o el equipo de almacenamiento en lugar de deshacerse de ellos, pero etiquetar las vacunas como "no usar" y poner en cuarentena el frigorífico hasta que se haya llevado a cabo una evaluación de riesgos exhaustiva.

Si las vacunas potencialmente comprometidas ya se han administrado a los pacientes, Salud Pública de Inglaterra dice que "el incumplimiento de las directrices de almacenamiento de vacunas no significa que las vacunas se hayan deteriorado hasta el punto de requerir la retirada/revacunación de los pacientes, pero es necesario llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los riesgos para determinar qué acción, en su caso, es necesaria."

El hecho de que las empresas responsables de la vacuna COVID-19 hayan inventado su propia solución de almacenamiento dice mucho de la importancia de mantener este medicamento a la temperatura adecuada. Sin embargo, la escala del proceso de vacunación es tan vasta que habrá presiones para compartir las responsabilidades de almacenamiento, lo que significa que las empresas detrás de las vacunas pueden renunciar a la responsabilidad total del almacenamiento y la distribución.

Cuando esto ocurra, es posible que se produzcan algunas retiradas a pequeña escala. Sin embargo, estas retiradas sólo se producirán después de la evaluación de riesgos, que llevará mucho tiempo. A medida que avancemos hacia la primavera, y la escala de la operación se acelere, deberíamos empezar a ver pruebas en las tablas de datos relacionadas con la vacuna.