Por Scott Carroll - director de servicios al cliente, grandes siniestros complejos, EFI Global, una empresa de Sedgwick y Paul Gilbert - director de relaciones con el cliente, EFI Global, una empresa de Sedgwick.
Tras una catástrofe como el huracán Ian, las organizaciones tienden a pensar en los daños en términos de secado de moquetas, retirada de paneles de yeso, mitigación del moho y garantía de que el edificio es estructural y medioambientalmente seguro para la reconstrucción posterior. Estas preocupaciones inmediatas son ciertamente importantes, pero hay otros elementos en este tipo de pérdidas que pueden no ser tan obvios, y las organizaciones no pueden permitirse pasarlos por alto.
Los servidores informáticos de los centros de datos y las matrices de almacenamiento en la nube -con un valor de millones de dólares- podrían estar contaminados; los ascensores, climatizadores, bombas, paneles de seguridad y controles de extinción de incendios de hoteles y edificios de oficinas podrían estar eléctricamente comprometidos; y los sistemas de energía, tanto dentro como fuera de las propiedades comerciales, también podrían haberse visto afectados. Esperar semanas, o incluso días, para evaluar los daños podría poner en peligro muchas cosas.
Reflexiones sobre el huracán Ian
Muchos de nuestros clientes que se encontraban en la trayectoria del huracán Ian manifestaron que esperaban tener que sustituir por completo los equipos expuestos. Pero, ¿y si se pudiera restaurar mediante una descontaminación profesional seguida de pruebas, reparación y recalibración? Por ejemplo, podría ser posible eliminar los contaminantes, sustituir los componentes dañados y realizar pruebas de diagnóstico para garantizar que el equipo funciona según lo previsto. Pensemos en los equipos de diagnóstico por imagen de un centro sanitario que ha sufrido una inundación. La forma en que quedó expuesto el equipo es de vital importancia. ¿Estaban sumergidos algunos conjuntos? ¿Salpicó el agua la parte superior de una máquina de rayos X desde arriba? Dependiendo de cómo entró el agua en la sala, EFI Global puede determinar si los circuitos eléctricos se vieron afectados, dañados o no.
Minimizar el tiempo de inactividad
Las compañías de seguros y los asegurados no siempre tienen los conocimientos técnicos necesarios para decidir cuándo y cómo restaurar los equipos tras un siniestro. En algunos casos puede ser necesario sustituir servidores informáticos, conmutadores de red y equipos similares porque no fueron diseñados para sumergirse. Otros conjuntos electrónicos pueden ser objeto de restauración, lo que les devolvería a su estado anterior a la pérdida. Con la ayuda de EFI Global, los clientes pueden volver a su actividad más rápidamente. Dependiendo de la naturaleza del siniestro, podemos coordinar la limpieza, las pruebas y la reparación en menos tiempo del que se tardaría en comprar y sustituir el equipo. La diferencia podría ser fácilmente de 100.000 dólares para restaurar, frente a 1 millón de dólares para sustituir.
Tomar medidas preventivas
Las organizaciones pueden planificar y tomar medidas para evitar un impacto en su negocio en el futuro. Estas medidas incluyen la instalación de un generador fiable, la incorporación de redundancias de sistema adecuadas, el almacenamiento de datos críticos en una ubicación externa, la suscripción de recuperación prioritaria con proveedores de recuperación de instalaciones y equipos de confianza, así como la revisión anual de su lenguaje de cobertura, para asegurarse de que están debidamente aseguradas a medida que sus empresas crecen.
Tras un siniestro, hay formas de preservar y estabilizar los equipos, entre ellas:
- Evite encender equipos eléctricos o electrónicos que puedan haber estado expuestos al agua.
- Desconecte los equipos potencialmente expuestos de la red eléctrica y apague los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI).
- Contrate al proveedor de servicios de equipos o a un especialista en descontaminación profesional para que elimine el agua del interior de los equipos y de debajo de los suelos elevados.
- Reduzca la humedad relativa del edificio a entre el 45% y el 55% utilizando deshumidificadores o ventiladores lo antes posible.
- Evite la oxidación aplicando un inhibidor como un desplazador de humedad, un lubricante sin grasa o un limpiador y desengrasante. No pulverice lubricantes sobre los conjuntos electrónicos.
- Colocar inhibidores de corrosión en fase vapor en el interior de los paneles de control electrónico.
Varias semanas después del huracán Ian, algunas empresas acaban de iniciar el proceso de limpieza. Pronto, las compañías de seguros pedirán presupuestos para sustituir los equipos y los sistemas de los edificios. Ahí es donde entra EFI Global. Nuestros expertos en equipos de categoría mundial pueden guiarle a través del proceso de evaluación y recuperación, para garantizar que los equipos se conserven, descontaminen, prueben, reparen y recalibren adecuadamente para minimizar el tiempo de inactividad de los equipos y la pérdida de ingresos de la empresa. Si es necesario sustituir los equipos, EFI Global llevará a cabo un análisis de mercado para identificar sustitutos similares, de la misma clase y calidad (LKQ).
En resumen, si no se contrata a profesionales rápidamente después de un siniestro y el equipo se deja en un estado comprometido, el riesgo de oxidación, corrosión y herrumbre pasa a ser importante. Es un ejemplo clásico de que las malas noticias no mejoran con el tiempo. Esto también es especialmente cierto en el caso del agua contaminada y la humedad de condensación, cuando las picaduras empiezan a comprometer los metales susceptibles.
Nuestros expertos trabajarán con los asegurados, sus peritos y todos los fabricantes implicados en la recuperación para minimizar la interrupción de la actividad y garantizar al mismo tiempo que las garantías y los contratos de servicio, si existen, no sean revocados. Si desea más información sobre los servicios de consultoría de equipos de EFI Global, póngase en contacto con [email protected] o [email protected].