Según un nuevo informe de la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO), los fabricantes europeos de ropa, cosméticos y juguetes se enfrentan actualmente a unas pérdidas anuales de ventas de unos 16.000 millones de euros debido al aumento de los productos falsificados. Los productos falsificados perjudican a los fabricantes y suponen un riesgo para la salud y la seguridad de los consumidores que los adquieren.
Principales conclusiones del informe
El estudio de la EUIPO, que analizó datos de 2018 a 2021, concluyó que la industria de la confección es la que más sufre las consecuencias de los productos falsificados, ya que pierde casi 12 000 millones de euros de ingresos anuales o el equivalente al 5,2 % de las ventas anuales. Chipre e Irlanda fueron los países más afectados por la falsificación de prendas de vestir, ya que cada uno de ellos perdió más del 10 % de las ventas anuales del sector.
Aunque el sector del juguete es el más pequeño de los tres analizados en el estudio, tiene el mayor porcentaje de ventas anuales perdidas debido a la falsificación, con un 8,7%. Esto equivale a algo más de 1.000 millones de euros en ingresos anuales perdidos por productos falsificados. El sector de los cosméticos fue el menos afectado por los productos falsificados, ya que sólo perdió el 4,8% de las ventas anuales, lo que equivale a 3.000 millones de euros.
El impacto no financiero
También es importante señalar la amenaza que estos productos suponen para la salud y la seguridad de los consumidores. El informe de la EUIPO señala que la falsificación en los sectores de los cosméticos y los juguetes es especialmente preocupante, probablemente dado el uso previsto de los cosméticos y el público destinatario de los juguetes. De hecho, una evaluación de la amenaza de los delitos contra la propiedad intelectual (PI) realizada por la EUIPO en 2022 concluyó que los productos cosméticos y los juguetes potencialmente nocivos representan el 15% de los artículos falsificados incautados en las fronteras exteriores de la UE.
Los fabricantes tienen poco control sobre si los consumidores deciden comprar versiones falsificadas de sus productos, sobre todo teniendo en cuenta que un tercio de los europeos reveló que "considera aceptable comprar falsificaciones si el precio del producto auténtico es demasiado alto". Y con el auge de los mercados en línea que ofrecen productos auténticos y falsificados casi codo con codo, a los consumidores les puede resultar cada vez más difícil distinguirlos. La compra inconsciente de productos falsificados puede hacer perder la confianza y la fidelidad de los consumidores a los minoristas en línea, y dañar la reputación de la marca cuya autenticidad se ve comprometida.
Lucha contra las falsificaciones
Dados los riesgos financieros y de seguridad asociados a la presencia de productos falsificados, la EUIPO ha dedicado muchos recursos a combatir esta práctica. Esto incluye un esfuerzo multiinstitucional con EUROPOL, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y la Comisión Europea que se centra en identificar y eliminar los productos falsificados en la UE. Especialmente preocupante es la conexión entre los delitos contra la propiedad intelectual y otros delitos graves, como el blanqueo de dinero y la delincuencia organizada.
Hay muchas tácticas que los fabricantes pueden tener en cuenta para contrarrestar los productos falsificados, desde herramientas de propiedad intelectual en Internet y marcas comerciales y de certificación hasta tecnología de autenticación y protocolos de etiquetado. También es importante auditar periódicamente a sus socios de la cadena de suministro y los mercados en los que se venden sus productos para asegurarse de que no está utilizando o vendiendo productos falsificados de forma involuntaria. Por último, recurrir a terceros expertos de confianza especializados en protección de marcas y retirada de productos puede ayudar a los fabricantes a prepararse y reaccionar ante cualquier crisis adversa de productos en el mercado.
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Chris Occleshaw, asesor de retirada
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