Reflexiones sobre 45 años en el sector de los siniestros

21 de marzo de 2023

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Como anuncié recientemente, a finales de este mes dejaré mi cargo de Director General de las operaciones internacionales de Sedgwick para dedicarme a la jubilación.

Llevo 45 años trabajando en siniestros y este sector me ha brindado oportunidades y aventuras que nunca habría imaginado. Mientras reflexiono sobre el camino recorrido durante mis últimas semanas en el trabajo, me gustaría compartir algunos pensamientos con los muchos colegas, socios y amigos del sector que he ido ganando a lo largo del camino.

Los momentos más importantes

Empecé como becario en 1978 y llegué a ser tramitador de siniestros, y más tarde director, en el norte de Inglaterra. Diez años después, experimenté un verdadero punto de inflexión en mi carrera y en mi vida. En la noche del 21 de diciembre de 1988, el vuelo 103 de Pan Am explotó sobre Lockerbie, Escocia, matando a más de 250 personas a bordo y 11 en tierra. Los restos convirtieron instantáneamente parte de la ciudad en una zona de guerra irreconocible. Fui una de las primeras personas en llegar a Lockerbie tras la explosión, y nunca olvidaré los horrores que presencié. Pasé aquellas Navidades ayudando a la gente a recoger los pedazos de sus casas y negocios destrozados.

Aquella experiencia me abrió los ojos al verdadero significado de lo que hacemos: Como profesionales de los siniestros, intervenimos en la vida de los demás en los grandes momentos. Esos momentos no siempre saltan a los titulares como el atentado de Pan Am, pero dejan una huella indeleble en las personas cuyas vidas se ven alteradas por ellos. Ya se trate de una enfermedad o lesión, un accidente de tráfico, un incendio o cualquier otra crisis, intervenimos cuando se produce un acontecimiento vital importante que lleva a alguien a pedir ayuda.

Nuestro sector responde a la llamada todos los días, y la forma en que nos comportamos en esos momentos cruciales es importante. Además de eficacia, profesionalidad y conocimientos técnicos, la gente busca en nosotros empatía, comprensión y comunicación directa durante una crisis inoportuna. El cariño es lo que cuenta.

Elevar nuestra profesión

Muchas cosas han cambiado a lo largo de mi carrera, pero una que ha permanecido constante es la conexión humana. Cuidar de los demás en su momento más vulnerable es tan importante hoy como siempre. Cualquiera que haya trabajado en siniestros en situaciones de catástrofe sabe que, aunque puede ser agotador, la satisfacción de atender a las personas en momentos de necesidad infunde significado al trabajo y alimenta el sentido de la propia finalidad.

Lamentablemente, el sector de los seguros no recibe suficiente reconocimiento por el inestimable papel que desempeña en la sociedad al ayudar a las personas a superar momentos difíciles y devolverles la normalidad. Tenemos una oportunidad real -sobre todo en un mercado laboral tan tenso como el actual- de cambiar el discurso y pasar de "caer" en el sector de los siniestros a elegir una carrera con un potencial de crecimiento ilimitado y la capacidad de marcar la diferencia.

Hoy en día, muchos trabajadores buscan empleos que ofrezcan variedad, flexibilidad, un trabajo estimulante y significativo, aprendizaje y desarrollo, trayectorias profesionales definidas, resolución creativa de problemas y la posibilidad de viajar. Todas estas son áreas en las que el sector de siniestros suele destacar, y tenemos una amplia gama de puestos disponibles que permitirán a las personas cumplir estas valiosas ambiciones.

A finales de los setenta, cuando era un universitario y un joven becario, ni en mis sueños más locos pensé que llegaría a ocupar algunos de los puestos directivos más respetados del sector. Mi carrera en siniestros me ha dado la vuelta al mundo y me ha permitido influir en las vidas y en Empleo de tantas personas. Espero sinceramente que más jóvenes brillantes consideren el valor de seguir una carrera en este sector, donde todo es posible. (Consulte aquí más información sobre las oportunidades profesionales en Sedgwick).

Nos espera un futuro brillante

Ahora que mi mandato como CEO internacional de Sedgwick toca a su fin, tengo la tranquilidad de saber que la empresa tiene una base sólida y está en muy buenas manos.

Cuando me incorporé a la empresa, hace unos cinco años, Sedgwick estaba pasando de ser una empresa norteamericana con algunos puestos en el extranjero a una organización verdaderamente global. Nuestro principal objetivo entonces era reunir los negocios internacionales adquiridos de Vericlaim y Cunningham Lindsey y alinearlos con las operaciones norteamericanas bajo la sólida marca y cultura de Sedgwick. Con mucho trabajo, buena suerte y un equipo directivo brillante y solidario, hemos dado pasos de gigante para sentar unas bases sólidas y basadas en valores para el negocio internacional.

Nuestros logros de los últimos cinco años son algunos de los más destacados de mi carrera. En la actualidad, Sedgwick es el proveedor de siniestros número 1 en más del 75% de los mercados en los que operamos, y esa cifra sigue creciendo. Hemos puesto rumbo a nuestro negocio internacional para hacer no sólo más de lo que hacemos hoy, sino también más de lo que hacemos hoy.

Ha sido una montaña rusa de viaje -a través de zonas horarias y barreras lingüísticas y a través de una pandemia mundial persistente- y no podría estar más orgulloso del talentoso equipo que hemos reunido y de las soluciones de clase mundial que ofrecemos. Sé que esto no ha hecho más que empezar para Sedgwick a escala internacional, y espero con impaciencia la oportunidad de ver cómo el negocio sigue diversificándose y alcanzando cotas aún mayores bajo la dirección de Tom Simoncic. Nos esperan tiempos apasionantes.