Con las últimas directrices de la FDA sobre retiradas de productos, los simulacros de retirada de productos son ahora imprescindibles.

18 de abril de 2022

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A medida que COVID-19 empieza a remitir, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), al igual que otras agencias federales, está dejando de centrarse en la pandemia para volver a ocuparse de cuestiones más rutinarias.

Por ejemplo, la FDA ha publicado recientemente su guía final, en la que se describen los pasos que deben dar las empresas para desarrollar políticas y procedimientos de retirada que incluyan formación, planificación y mantenimiento de registros para reducir el tiempo que un producto retirado permanece en el mercado.

La guía de la FDA merece un estudio detenido. En ella, la agencia describe una serie de buenas prácticas para crear, probar y ejecutar un plan de retirada. Debido al aumento de las expectativas de la FDA, junto con el mayor riesgo y complejidad que entrañan las retiradas actuales, la formación -incluidos los simulacros periódicos de retirada- se ha convertido en una parte esencial del proceso de preparación de la retirada.

La Ley de Modernización de la Seguridad Alimentaria contiene una norma de controles preventivos que especifica que cualquier empresa que identifique un peligro potencial en sus operaciones debe tener un plan de retirada por escrito. Un simulacro de retirada es necesario para determinar la eficacia de su plan de retirada y poner de relieve las áreas que pueden necesitar mejoras.

Aunque no existen requisitos reglamentarios formales para los simulacros de retirada de productos, la mayoría de las empresas líderes en los sectores de la alimentación, los medicamentos, los productos de consumo, la automoción y los dispositivos médicos los llevan a cabo anual o semestralmente. Los simulacros de retirada preparan a las empresas para un acontecimiento real, de modo que la ejecución del plan sea lo más eficaz y fluida posible, y se reduzcan en gran medida los riesgos de publicidad y litigios.

La mayoría de los simulacros de retirada del mercado constan de dos fases generales:

  1. Identificación del artículo que debe retirarse.
  2. Recuperación del producto del mercado.

Si no puede rastrear un producto a lo largo de la cadena de suministro, será imposible retirarlo con éxito. Un sistema de trazabilidad eficaz debe identificar la unidad a rastrear (un lote o una unidad de producto individual) y tener en cuenta todos los procesos que puedan haber alterado la unidad a lo largo de la cadena de suministro.

Sin excepción, las empresas que cuentan con un plan probado de retirada de productos se recuperan y vuelven a funcionar a pleno rendimiento antes que las que carecen de él. Esto se debe a que un buen plan de retirada de productos permite a las empresas cumplir más eficazmente la normativa gubernamental, mantener la estructura organizativa interna y la confianza de clientes y consumidores, al tiempo que se reduce sustancialmente el coste financiero del evento en sí.

En Sedgwick, ayudamos a las empresas a gestionar simulacros de retirada para ayudarles a mitigar cualquier riesgo antes de que se produzca una retirada. Dado que las retiradas pueden afectar a toda la cadena de suministro, es importante que todas las empresas tengan muy en cuenta los simulacros de retirada para que tanto ellas como sus proveedores estén preparados para ejecutar una retirada de la forma más fluida posible.

Para más información sobre simulacros de retirada de productos y cómo prepararse para una retirada, visite nuestro sitio web.