Por Eric Malterre, Director de Clientes Internacionales, y David Stills, Vicepresidente Senior de Transportistas y Riesgos.
Aunque la regulación del cambio climático sigue siendo un tema muy debatido entre las naciones, cada vez es mayor la carga que recae sobre las empresas y las organizaciones individuales para que intensifiquen sus iniciativas como medio de reducir la huella de carbono y cambiar la trayectoria futura de los riesgos.
Recientemente organizamos un club de gestión de riesgos con socios en Francia -una reunión de expertos que debaten los retos y oportunidades actuales y futuros- y el cambio climático estaba en el orden del día. Los gestores de riesgos de Francia y de todo el mundo reconocen que el cambio climático es uno de los principales riesgos de la próxima década. Comprender su historia, tener en cuenta las tendencias futuras y estar atentos a los continuos retos marcará el camino de las posibles soluciones.
Hitos 2021
Las catástrofes naturales del año pasado acapararon aún más la atención de los gestores de riesgos de todo el mundo. De hecho, 2021 fue uno de los años catastróficos más costosos de la historia meteorológica. Se registraron más de 300 catástrofes, con un coste de 111.000 millones de dólares en pérdidas aseguradas. Esa cifra tiene en cuenta las inundaciones en China, Columbia Británica y Australia, los ciclones en Bangladesh e India, y un tifón en Filipinas. Sólo tres catástrofes naturales -el huracán Ida, la tormenta invernal Uri y las inundaciones en Europa- generaron daños estimados en más de 50.000 millones de dólares.
Próximas tendencias
Hoy en día, el cambio climático -en concreto, el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos- se considera real e innegable. En 2021, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó un nivel históricamente alto: 414,72 partículas por millón. El aumento del dióxido de carbono provoca un aumento de las temperaturas y el aumento de las temperaturas provoca catástrofes naturales más frecuentes e intensas. Según esta trayectoria, la economía mundial podría contraerse un 10% de aquí a 2050. De cara al futuro, ninguna zona geográfica saldrá indemne. Los países del Sudeste Asiático y América Latina estarán más expuestos al riesgo de sequía. Se prevé que el norte y el este de Europa sufran episodios de lluvias e inundaciones sin precedentes.
Retos permanentes
En consecuencia, las empresas deben adoptar principios de gestión de riesgos relacionados con el clima, y más ampliamente estrategias medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), y tenerlos en cuenta en la planificación o enfrentarse a consecuencias bastante extremas, como la exposición a la responsabilidad civil, la exposición de la marca, la pérdida de clientela, la pérdida de activos físicos y la interrupción de la actividad.
Las empresas y las organizaciones individuales se enfrentarán a continuos retos relacionados con el riesgo climático. Estos pueden incluir:
- Riesgos físicos, que afectan a daños materiales, interrupción de suministros, pérdida de productividad o de ingresos.
- Riesgos relacionados con la transición a una economía baja en carbono
- Riesgos para la continuidad de la actividad, incluida la interrupción de la actividad y los riesgos dentro de la cadena de suministro, que podrían generalizarse y ampliarse.
- Riesgos para la marca y la reputación relacionados con la opinión pública y la percepción de los inversores del cumplimiento de las normas ASG.
- Riesgos relacionados con el aumento de los flujos migratorios y la inestabilidad social y política
- Riesgos de responsabilidad civil, incluidos litigios, veredictos nucleares, impactos en la reputación relacionados con las políticas corporativas, etc.
¿Cómo pueden prepararse los gestores de riesgos?
Las conversaciones y los planes de acción de las empresas para hacer frente al cambio climático están evolucionando. Para muchas empresas, los principios ASG se han convertido en una extensión de su cultura y su sistema de valores; los accionistas, los clientes, los inversores y ahora los reguladores las están impulsando hacia el cambio. La seguridad de sus marcas lo exige, y los riesgos de no adaptarse y adoptarlos son sencillamente demasiado altos. Pero desde el punto de vista específico de la gestión de riesgos, no todas las empresas están plenamente preparadas y equipadas para hacer frente a los riesgos relacionados con el clima. ¿Dónde pueden introducirse mejoras?
Evaluación de la cobertura
- Los gestores de riesgos deben revisar su papel en el proceso de gestión de riesgos empresariales: los tiempos han cambiado. Dirija el esfuerzo para evaluar el apetito/tolerancia al riesgo de su empresa.
- Piense más allá de los seguros. Transferir el riesgo sólo debe formar parte de su estrategia cuando sea necesario o cuando sea la opción más eficiente. El seguro puede estar disponible o no, y seguramente a un coste más elevado.
- Considere las áreas viables para el autoseguro, qué riesgos puede/debe asumir y qué riesgos debe cubrir.
- Apóyese en su mapa de riesgos y controle los puntos débiles que surgen al aplicar los impactos potenciales del cambio climático.
- Ofrezca alternativas más allá de las tradicionales, como una red de cautivas, pólizas de seguros paramétricas basadas en desencadenantes o bonos para catástrofes (CAT), y examine los conceptos desde el principio y no sólo cuando se encuentre en un aprieto.
- Salga del ciclo anual de renovación de seguros. En su lugar, piense en la estrategia en términos de hacia dónde quiere llevar su programa en los próximos tres a cinco años.
Datos y análisis
- Predecir las consecuencias de distintos tipos de fenómenos climáticos -siempre que las predicciones se basen en modelos sólidos- ayudará a los gestores de riesgos a prepararse para el futuro.
- No se limite a confiar en sus aseguradoras y corredores para realizar el trabajo actuarial, el análisis de pérdidas y las proyecciones de pérdidas. Desarrolle su propia comprensión de los análisis y sea capaz de aplicarlos a sus estrategias.
Mitigación
- Dirija el esfuerzo de su organización en las oportunidades de mitigación y esté abierto a explorar opciones de programas.
- Dado que tanto el coste como la disponibilidad de la cobertura de seguros fluctúan, su análisis de la posible rentabilidad de la inversión en seguridad y ergonomía, cámaras en instalaciones y vehículos, telemática y protecciones contra las inclemencias del tiempo también puede cambiar.
En última instancia, el gestor de riesgos está preparado para ser más influyente que nunca, siempre que las organizaciones estén dispuestas a escucharle. Los retos del cambio climático no van a desaparecer. Ahora es el momento de redoblar los esfuerzos. Eduque a sus dirigentes. No tenga miedo de explorar el poder de la asociación para implantar programas de eficacia probada en lugar de intentar construirlos usted mismo. Elabore planes estratégicos en torno a la cobertura, los datos y la mitigación. Proteja a sus organizaciones frente a los riesgos físicos, los riesgos para la continuidad de la actividad, los riesgos de responsabilidad civil y los riesgos para la reputación de la marca o el cumplimiento de la normativa.
Nos comprometemos a hacer frente a estos retos.
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Fuentes