Reclamaciones por obras: ¿desgraciados o previsibles?

27 de julio de 2021

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Escrito por Michael Boyes, Jefe de Construcción e Ingeniería

En toda Nueva Zelanda, las condiciones meteorológicas invernales amenazan con saturar el suelo, lo que puede provocar desprendimientos y derrumbes y, a menudo, perturbar las obras de construcción.

Se espera un aumento de las precipitaciones durante los meses de invierno, pero los aguaceros que han caído recientemente en la región de Canterbury han sido extremos. Las lluvias torrenciales pueden provocar el desplazamiento o el derrumbe del suelo recién expuesto, desestabilizando las excavaciones y dificultando el avance de las obras estructurales. ¿Qué significa esto para las aseguradoras? ¿Y cómo discernimos la diferencia entre las consecuencias de una mano de obra, planificación o diseño defectuosos y las pérdidas o daños accidentales?

Bajo presión

Tras fuertes precipitaciones, los tipos de suelo reaccionan de forma diferente al aumento del nivel de las aguas subterráneas. Factores como el contenido de humedad, la proporción de partículas de distintos tamaños y las presiones internas influyen en el comportamiento del suelo. En un mundo ideal, se toman muestras del suelo a distintas profundidades antes de iniciar las excavaciones para evaluar con precisión las condiciones del terreno. Incluso los proyectos más modestos pueden requerir investigaciones que se extiendan hasta 5 metros por debajo del nivel del suelo.

Sin embargo, algunos contratistas de obras y topógrafos, ya sometidos a presiones para ajustarse a presupuestos ajustados, podrían razonablemente confiar en informes geológicos locales en lugar de en investigaciones individuales del emplazamiento en la fase de planificación. Y cuando las excavaciones descubren condiciones inesperadas del suelo, como filones de arena o capas de arcilla, es posible que no se hayan previsto las modificaciones oportunas.

Investigaciones técnicas

Es importante examinar la situación desde todos los ángulos para determinar si debe considerarse desafortunada o previsible. Los fenómenos meteorológicos extremos pueden comprometer seriamente cualquier obra, incluso cuando las condiciones del terreno han sido probadas y se consideran estables. Y hay muchos otros factores que pueden entrar en juego. Aunque pueda existir cobertura de seguro para pérdidas o daños causados por riesgos de la naturaleza o la actividad en la obra, sigue siendo necesario realizar una investigación técnica exhaustiva de la causa, así como de la idoneidad de las obras provisionales que se derrumbaron para establecer una solución eficaz y resolver el problema.

Conocimientos y experiencia

Determinar la responsabilidad en estas circunstancias requiere pericia ingenieril, así como conocimiento y experiencia en este tipo de riesgo para llegar a una conclusión justa y adecuada. Una comunicación clara con todas las partes implicadas garantiza que se puedan tomar las decisiones adecuadas sobre la respuesta de la póliza y los subsiguientes trabajos de reparación. Aunque es indudable que las condiciones meteorológicas extremas causan siniestros, siempre existe la posibilidad de que algunas decisiones inocentes pero mal juzgadas hayan contribuido al siniestro.

Cada año, somos testigos de numerosos siniestros en los que las fuertes lluvias han afectado significativamente a la excavación y la construcción. Nuestro equipo de experimentados ingenieros civiles y de estructuras, así como de peritos profesionales, tiene la experiencia necesaria para gestionar una amplia gama de siniestros de construcción complejos y a menudo importantes. Seguimos de cerca las condiciones meteorológicas y estamos aquí para ayudarle con cualquier necesidad que surja durante los próximos meses. Si desea más información sobre nuestra experiencia en construcción, póngase en contacto conmigo en [email protected].