El bienestar mental, clave para la salud pública y laboral

31 de marzo de 2022

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Por la Dra. Teresa Bartlett, directora médica, y Kimberly George, directora mundial de innovación y desarrollo de productos.

En Estados Unidos, del 4 al 10 de abril se celebra la Semana Nacional de la Salud Pública, cuyo objetivo es educar a responsables políticos, profesionales y público en general sobre temas importantes para mejorar la salud de nuestra nación.

Uno de los temas destacados este año es el bienestar mental. Componente crítico de la salud pública, el bienestar mental comprende el bienestar emocional, psicológico y social. Cada año, uno de cada cinco estadounidenses sufre una enfermedad mental, es decir, un trastorno de salud que modifica su forma de pensar, sentir o comportarse y afecta a su vida y a su trabajo. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado los problemas de salud mental, ya que muchos han tenido que hacer frente al duelo por la pérdida de seres queridos, la ansiedad por la exposición al virus, el aislamiento debido a las cuarentenas y los mandatos de distanciamiento social, etc.

Aunque no existe una causa única de enfermedad mental, ciertos factores de riesgo en la infancia pueden ser indicadores de enfermedad mental en etapas posteriores de la vida. Estas experiencias infantiles adversas (ACE) incluyen diversas formas de abuso físico y emocional, negligencia, aislamiento, disfunción familiar, racismo y discriminación, entorno comunitario violento y pobreza crónica. (La genética y el consumo de alcohol/drogas también son factores que contribuyen significativamente).

Todos ellos pueden provocar estrés tóxico, que es la activación excesiva de la respuesta al estrés, y tener un impacto perjudicial en el cerebro en desarrollo del niño y en sus sistemas inmunitario, metabólico y cardiovascular. El estrés tóxico de la infancia puede manifestarse más tarde en la vida en una variedad de síntomas físicos -como hipertensión, hiperglucemia, insomnio e inflamación crónica-, así como en problemas psicológicos.

El antídoto contra el estrés tóxico

Aunque la prevalencia del estrés tóxico es un grave problema de salud pública, afortunadamente es sólo una parte de la historia. Todos hemos oído historias de personas extraordinarias que vivieron experiencias terribles en la infancia y, sin embargo, se convirtieron en adultos bien adaptados y tuvieron mucho éxito en la vida. ¿Qué les permitió superar circunstancias tan traumáticas?

Resiliencia.

Herrman et al. definieron la resiliencia como "la adaptación positiva, o la capacidad de mantener o recuperar la salud mental, a pesar de experimentar adversidades". En esencia, la resiliencia refleja la aptitud emocional y la capacidad de recuperarse, afrontar y adaptarse a situaciones desfavorables o estresantes.

La resiliencia surge de una combinación de fuentes personales, biológicas, ambientales y sistémicas. La buena noticia de esta interacción de factores es que la resiliencia no sólo procede del interior, sino que puede reforzarse extrínsecamente. Incluso una persona que parece no tener mucha capacidad natural de resiliencia puede aprender a ser más resiliente. Aunque nuestras experiencias infantiles pueden influir en el resto de nuestras vidas, no nos definen necesariamente.

Cultivar la resistencia de los trabajadores

La inteligencia emocional y la capacidad de gestionar las emociones en el trabajo siguen cobrando cada vez más importancia. A medida que los avances tecnológicos automatizan todo tipo de tareas rutinarias, las intervenciones humanas se reservan a menudo para los momentos en que más se necesitan la conexión interpersonal, la empatía y la comprensión. La resiliencia es clave para forjar conexiones significativas en tales situaciones, por lo que a los empresarios les interesa desarrollar una mayor resiliencia en sus empleados. Además, se ha demostrado que la resiliencia se correlaciona con menores tasas de absentismo laboral, mayor satisfacción en el trabajo, menos rotación y, en general, mejor salud y bienestar.

He aquí algunos consejos para las organizaciones que desean fomentar la resiliencia de sus empleados:

  • Adoptar una visión holística de la salud. Aunque sabemos que el bienestar mental/emocional y el físico están totalmente interrelacionados, los sistemas de asistencia sanitaria y prestaciones de Estados Unidos tienden a compartimentarlos. Muchos otros países desarrollados hacen un mejor trabajo que Estados Unidos a la hora de proporcionar (e insistir en) tiempo remunerado fuera del trabajo e integrar la actividad física en las rutinas diarias, dos aspectos importantes para el bienestar mental. La salud emocional de los empleados debe considerarse parte integrante del bienestar general de la plantilla.
  • Aproveche los recursos de los socios. No hay necesidad de reinventar la rueda. Muchos proveedores de beneficios, como los proveedores de programas de asistencia al empleado (EAP), ofrecen formación e iniciativas para apoyar la resiliencia de la plantilla. Por ejemplo, Sedgwick ofrece a nuestros clientes de gestión de casos sobre el terreno acceso exclusivo a nuestro programa de atención en caso de crisis, y nuestros expertos en salud conductual clínica están disponibles para ofrecer formación individualizada, así como formación sobre preparación y/o respuesta ante crisis a una amplia gama de grupos de empleadores.
  • Sensibilizar sobre el estrés. Los empleados deben saber cómo reconocer y gestionar el estrés laboral. Fomente ejercicios saludables que cultiven narrativas positivas y desarrollen la resiliencia, como la fijación de objetivos, la meditación, el establecimiento de límites, la escritura expresiva, la respiración profunda, las pausas para moverse y las reuniones de grupo.

Aceptar a los empleados tal como son

El lema de 2022 para la Semana Nacional de la Salud Pública es "la salud pública está donde tú estás". Un mensaje que los empresarios pueden extraer de la celebración de este año es la importancia de aceptar a las personas dondequiera que se encuentren en su trayectoria vital de salud mental. A menudo, las organizaciones y los gestores de personal no saben qué hay en el pasado de sus empleados o qué factores de estrés pueden desencadenar que sientan que están reviviendo un trauma de hace mucho tiempo. Los empresarios pueden apoyar mejor a sus empleados y contribuir a la salud pública y el bienestar generales fomentando la resiliencia, ofreciendo prestaciones sólidas y una cultura de atención, y practicando la amabilidad y la empatía.

Para más información sobre resiliencia, véase: