La gestión de los siniestros de hundimiento puede resultar cara y lenta, y a menudo se tarda hasta un año o más en resolverlos. Sin embargo, la capacidad de rastrear la geometría de los edificios desde el espacio está cada vez más cerca, y esto significará que las aseguradoras y las empresas de gestión de siniestros podrán recopilar datos fiables sobre el movimiento histórico y actual de los inmuebles de forma más rápida, sencilla y barata.
Cambio climático
La Met Office prevé que los veranos futuros en Inglaterra serán más largos y secos debido al cambio climático. El verano pasado, el más caluroso registrado en el Reino Unido, es un buen ejemplo de ello. Y los periodos prolongados de clima cálido y seco provocarán inevitablemente un aumento de las reclamaciones por hundimiento.
Sin embargo, aunque este año ha sido declarado año de aumento de los hundimientos, el número de siniestros no se ha acercado ni de lejos al de 2003 y 2006. Esto se debe a que en los últimos años ha mejorado la concienciación de las autoridades locales y del público en general sobre la gestión de los árboles y la vegetación -en particular los que desecan notoriamente el suelo, como los plátanos, los sauces y los robles- situados cerca de las propiedades. Y esto ha contribuido innegablemente a mitigar el número de siniestros.
Oleada de hundimiento: la causa
Hay varias razones por las que el suelo puede moverse por debajo de los cimientos de un edificio, pero en una oleada de hundimientos, la mayoría de los siniestros afectan a propiedades situadas en zonas de suelo arcilloso donde crecen árboles maduros cerca de la propiedad.
En casos complejos, es necesario investigar el terreno para identificar el tipo de suelo, las raíces bajo los cimientos del edificio y cualquier indicio de que el suelo se ha secado. Y la correlación de todas estas cosas, concretamente con los daños materiales, confirmará la causa.
Si se descubre que se debe a la proximidad de un árbol, y el árbol en cuestión pertenece a una autoridad local o está protegido por una orden de preservación de árboles, serán necesarios al menos 8-12 meses de vigilancia del terreno con gran intensidad de mano de obra antes de que pueda tomarse la decisión de retirar el árbol.
Aunque puede que este resultado no sea muy popular, según nuestra experiencia, incluso una poda agresiva rara vez funciona, ya que estimula un mayor crecimiento del árbol. La tala del árbol es, de hecho, más respetuosa con el medio ambiente que las obras de reparación que podría requerir el edificio, como el apuntalamiento, la estabilización del suelo con cemento geopolímero o la instalación de una barrera antiraíces.
También apoyamos un programa de compensación de carbono por el que, por cada árbol que retiramos, se planta otro en un lugar más adecuado para contrarrestar el impacto ambiental.
Hundimiento: el futuro
En agosto de 2022, el volumen de siniestros por hundimiento aumentó casi un 500%, con unas condiciones de oleada que se prolongaron durante 17 semanas, y se calcula que se recibieron unas 21.000 reclamaciones en todo el sector. En caso de sobrecarga, el 75 % de los siniestros notificados suelen ser válidos, mientras que en un año normal esta cifra suele ser del 50 %, y el coste medio de los siniestros también aumenta en torno a un 14 %, ya que los daños tienden a ser más generalizados.
Dado que los hundimientos van a convertirse en un problema constante, es crucial que encontremos formas más rápidas y rentables de realizar este tipo de trabajos.
Sedgwick ha participado recientemente en un proyecto piloto, proporcionando datos de muestra de siniestros de hundimiento para ayudar a calibrar un nuevo servicio de seguimiento por satélite. Los resultados iniciales muestran una excelente concordancia con las pruebas de seguimiento en tierra, lo que indica que la aplicación práctica de esta tecnología podría mejorar la prestación de servicios y ahorrar a las aseguradoras sumas sustanciales en la resolución de siniestros de hundimiento.
Seguimiento por satélite
Aunque el seguimiento por satélite de los siniestros de hundimiento es nuevo en el mercado de seguros, la tecnología ya se utiliza de forma rutinaria en una amplia gama de escenarios: para controlar la estabilidad de redes ferroviarias enteras, por ejemplo.
Mediante secuencias de imágenes de radar por satélite, este servicio puede medir el movimiento del terreno con precisión milimétrica. Los datos históricos que recopila pueden mostrar desde cuándo se ha producido el hundimiento y si hay movimiento continuado en casi cualquier dirección individual. Y no necesita personas ni instrumentos sobre el terreno.
De este modo, las alegaciones de hundimiento presentadas pueden respaldarse inmediatamente con pruebas fiables que justifiquen los movimientos anteriores y actuales del edificio. De lo contrario, se tardaría al menos un año en obtener esta información con los métodos tradicionales de control del terreno.
Aún queda camino por recorrer para validar la información obtenida mediante el seguimiento por satélite, y la aceptación por parte de las autoridades locales de que los datos están bien fundados será clave para su éxito futuro. Pero este podría ser un gran avance que podría transformar la forma en que se gestionen las reclamaciones por hundimiento en el futuro.