El pasado miércoles se emitieron alertas por inundaciones en todo el sureste de Australia después de que una fuerte tormenta provocara lluvias torrenciales que inundaron rápidamente las calles e hicieron que los ríos y arroyos crecieran hasta niveles peligrosos. Cientos de personas fueron evacuadas y miles se quedaron sin electricidad.
Victoria es el estado más afectado, y algunas ciudades registran las crecidas más altas de los ríos en décadas. Varias comunidades permanecen aisladas, y el acceso sigue siendo un problema para los municipios locales, donde las carreteras arteriales permanecen cerradas debido a importantes daños en las infraestructuras. En varios municipios, como Shepparton y Echuca, siguen vigentes las órdenes de evacuación. Echuca sigue siendo una de las principales preocupaciones debido a que está rodeada por tres ríos principales, Murray, Goulburn y Campaspe, todos los cuales están experimentando grandes inundaciones.
Nueva Gales del Sur y Tasmania también sufrieron importantes inundaciones. En Nueva Gales del Sur, unos 600 residentes fueron evacuados de la ciudad de Forbes, donde se preveía la inundación de unas 250 propiedades y negocios. En Railton, una localidad del norte de Tasmania, 90 viviendas se vieron amenazadas por las aguas. La mitad septentrional del estado sigue en alerta máxima por inundaciones repentinas, y se prevé que las fuertes lluvias continúen durante los próximos siete días.
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Clare Cordingley
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