Por Tracey Davanport, Vicepresidenta de Operaciones Clínicas, y Melissa Shannon, Jefa del Equipo Clínico Superior
Prepararse para la jornada laboral. Pasear con la familia. Hacer la compra. Hacer ejercicio con un amigo. Estas escenas son las que muchos de nosotros solemos asociar con una rutina normal. Pero para los trabajadores lesionados, la vida se pone rápidamente patas arriba. Enfrentarse a lo desconocido y a los siguientes pasos puede tener un alto coste emocional, especialmente para aquellos que se enfrentan a la cirugía como la mejor opción para volver a hacer lo que les gusta.
Aparte de su preocupación por la seguridad de un procedimiento o el dolor potencial, los trabajadores lesionados suelen sentir pánico por el componente económico y psicosocial de estar de baja. Por no hablar de la preocupación por cómo y cuándo podrán volver al trabajo y a su nivel anterior de funcionalidad. En medio de la incertidumbre, lo que más desean es sentirse escuchados y saber que alguien está a su lado. Aquí es donde interviene una enfermera quirúrgica: para escuchar, proporcionar recursos educativos, tranquilizar y defender al trabajador accidentado cuando más lo necesita.
Defensa
Cuando Carly*, una empleada de 19 años, sufrió una fractura de tobillo, se abrió una reclamación a una enfermera quirúrgica unas semanas antes de su operación programada. Durante el contacto inicial, la enfermera asignada descubrió que Carly vivía en el tercer piso de un apartamento sin acceso a ascensor. Por no mencionar que su espacio sólo tenía una bañera. Afortunadamente, la enfermera actuó con rapidez para informar al proveedor y solicitar equipos médicos duraderos (EMD). Antes de la operación, le consiguieron muletas, un scooter rodante y un dispositivo para la bañera para mantener el pie seco y fuera del agua. La enfermera también programó una visita de fisioterapia previa a la operación para asegurarse de que Carly confiaba en su capacidad para utilizar el equipo y recuperarse lo antes posible.
Otro trabajador lesionado, Sam*, tenía previsto someterse a una operación ambulatoria de rodilla cuando una enfermera de quirófano le llamó la atención. Debido a una dolencia cardiaca preexistente, Sam estaba preocupado por la seguridad de la intervención. Tras escuchar sus preocupaciones, la enfermera quirúrgica asignada informó a la consulta del médico, y el procedimiento se trasladó a hospitalización. Para que Sam estuviera más tranquilo, dedicaron tiempo a repasar el proceso y a planificar los pasos siguientes. Es en casos como éste en los que la enfermera de cirugía puede ayudar a llenar los vacíos, resolver problemas y, en última instancia, defender al trabajador lesionado cuando se encuentra con un bache en el camino.
Resiliencia
Para recuperarse tras una intervención quirúrgica, los trabajadores lesionados pueden beneficiarse de una comunicación constante y regular con una enfermera quirúrgica. Gary* es sólo un ejemplo. Tras una operación de hombro, un técnico fue a su casa para ponerle hielo. Al marcharse sin enseñarle a Gary cómo volver a ponerse el cabestrillo, se sintió perdido y ansioso. Gary pudo ponerse en contacto con la enfermera que le había operado, que le guió a través del proceso para volver a ponerse el cabestrillo de forma segura. La enfermera siguió en contacto con Gary durante seis semanas para asegurarse de que asistía a fisioterapia, responder a sus preguntas y animarle a seguir adelante. Al entablar estas relaciones desde el principio, los enfermeros son considerados defensores y educadores de confianza del trabajador lesionado durante todo el proceso de recuperación.
Influir en los resultados y marcar la diferencia
La mayor esperanza de un trabajador lesionado es recuperarse de una forma que le permita volver a sus rutinas diarias, mejorar su salud, volver al trabajo y seguir haciendo las cosas que le gusta hacer. A veces, esto puede requerir que la enfermera quirúrgica coordine los cuidados con el médico, el examinador y el empresario. Otras veces, están ahí para garantizar un alta sin problemas, controlar el tratamiento del dolor y documentar la recuperación. Pero sean cuales sean las circunstancias, siempre están ahí para dar tranquilidad a los trabajadores lesionados.
Nuestra solución de enfermería quirúrgica ayuda a los trabajadores lesionados que se enfrentan a una intervención quirúrgica a estar mejor preparados física y mentalmente, y a dirigirse con confianza hacia una recuperación más rápida. Las enfermeras quirúrgicas ayudan a conseguir el mejor resultado para cada trabajador lesionado trabajando en estrecha colaboración con los peritos, los médicos y los equipos de cuidados auxiliares. Para más información, lea nuestro folleto o visite nuestro sitio web.
*En estos casos se han cambiado los nombres para proteger la intimidad.